La empresa irundarra La Bacaladera comercializará despieces frescos de bonito y atún, así como verdel congelado, procedentes de las capturas realizadas por los barcos de la Cofradía de Pescadores de Hondarribia, gracias a un acuerdo alcanzado entre ambas partes.

El abad mayor de esta Cofradía, Norberto Emazabel, el director de La Bacaladera de Irun, José María Salvador, y el vicecon- sejero de Pesca de Lakua, Luis Miguel Macías, presentaron ayer esta iniciativa.

Macías aseguró que se trata de una iniciativa en la que el sector primario y el industrial unen sus fuerzas para «hacer frente a los cambios bruscos de la cadena de distribución del pescado».

Gracias al acuerdo, durante este mes comenzará la comercialización de las primeras bandejas de despieces de atún, y a mediados de agosto los comercios contarán también con despieces de bonito, de manera que, según las estimaciones de los promotores, se lleguen a distribuir unos 3.000 kilos de estos pescados.

En cuanto al verdel, cada día se congelarán unas 150 toneladas para que las capturas lleguen en menos de 48 horas a cualquier punto de venta o establecimiento de hostelería.

Este tipo de colaboración entre pescadores y empresas procesadoras ya está en marcha en Bizkaia, gracias a un acuerdo alcanzado entre las cofradías de Bermeo, Lekeitio y Ondarroa, y la empresa Ortiz.

El acuerdo supone vincular a los casi 300 tripulantes con los que cuenta la flota de Hondarribia, que factura 14 millones de euros anuales, con los cerca de 100 empleados de La Bacaladera, que el último año facturó 25 millones de euros. Emezabel explicó que los arrantzales encontrarán estabilidad en su trabajo y en el precio de sus ventas, a la vez que el consumidor final va a encontrar «nuestros productos perfectamente etiquetados, con su procedencia, barco y día de captura, como máxima garantía de calidad».

Más que subastar pescado

El viceconsejero de Pesca indicó que, de esta manera, la cofradía deja de ser «una mera subastadora de pescado» y la empresa se asegura «una materia prima exclusiva y con marca de calidad de origen».

El director de La Bacaladera, por su parte, apuntó que su empresa va a realizar una inversión de dos millones de euros en las líneas de procesado, cámaras y sistemas de conservación con el objetivo de que el producto llegue al mercado con la frescura con la que fue capturado.