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Análisis | situación política en Turquía

El AKP de Erdogan se prepara ante su posible ilegalización

Los comentaristas políticos coinciden en augurar que, en el caso de que se celebrasen elecciones anticipadas, el partido que sustituya al AKP volvería a vencer en las urnas.

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Dogan TILIÇ Periodista

Los principales medios de comunicación turcos se hacen eco de los supuestos planes que maneja el AKP, el partido en el Gobierno, para hacer frente a su eventual ilegalización por parte del Tribunal Constitucional. El corresponsal de la Agencia EFE repasa algunos de los artículos y estudios sociológicos que se han venido publicando en la prensa de Estambul.

Si el Tribunal Constitucional se posiciona a favor de la ilegalización del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), Turquía celebrará nuevas elecciones generales antes de que termine este año, según los planes atribuidos al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. También el líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP, en la oposición), Deniz Baykal, mira hacia ese horizonte, por lo que ha ordenado al comité ejecutivo de su formación que esté preparado para afrontar unas elecciones «en cualquier momento», como informaba recientemente el diario «Milliyet».

La Fiscalía acusa al AKP de haberse convertido en «un núcleo de actividades antilaicas», por lo que exige su ilegalización y la inhabilitación de 70 de sus miembros, entre ellos el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, y una treintena de diputados, lo que exigiría al menos unas elecciones legislativas parciales.

El rotativo «Aksam» aseguró también hace escasas fechas que el AKP ya ha hecho planes para afrontar una posible ilegalización.

El «Plan A» sería convocar unas elecciones parciales y presentar a Erdogan como candidato independiente, ya que la Constitución permite que los políticos inhabilitados concurran a las elecciones siempre que no sea bajo las siglas de un partido. El «Plan B» consistiría en convocar elecciones generales al mismo tiempo que las municipales, previstas en principio para 2009. «Todos los planes tienen el mismo objetivo: reabrir el camino del Gobierno a Erdogan», añadía «Aksam».

En este contexto, una encuesta realizada en marzo y abril por The International Republican Institute, de EEUU, indica que en una nueva cita electoral todos los partidos perderían apoyo en las urnas y que el AKP continuaría como fuerza más votada.

Según ese estudio demoscópico, el 35,3% de los electores votaría al AKP y el 15,1% al CHP, lo que significa una pérdida de diez puntos para el primero y de cinco para el segundo respecto a las elecciones que se llevaron a cabo en julio de 2007. No obstante, cerca de un tercio de las personas entrevistadas se mostraron indecisas.

Derya Sazar, analista del «Milliyet», escribía hace unos días que el AKP ganará las próximas elecciones ya que la oposición es incapaz de crear «esperanza», mientras que Yalçin Dogan, en «Hürriyet», comentaba que se ha creado un «vacío político» entre Gobierno y oposición.

Por otra parte, una investigación del centro PEW de EEUU asegura que el 73% de los ciudadanos turcos consideran «mala» la situación económica del país a causa de las políticas fiscales del actual Gobierno y, además, el 55% cree que «empeorará».

Otro estudio, esta vez de la Universidad Bahçesehir de Estambul, indica que los partidos conservadores tienen «mayor facilidad para hablar con los turcos». De acuerdo a los resultados de esta encuesta, que preguntaba sobre cuáles son, para la opinión pública, los valores más importantes en política, el 70% considera importante la religión y el 59,9% piensa que «un político que no cree en Dios no debería tener un cargo público».

A más de la mitad de los encuestados (el 59%) le gustaría contar con «un líder fuerte» y aún son más (el 70%) los que preferirían que las decisiones fuesen tomadas por expertos, en lugar de por el Ejecutivo.

El primer ministro ha ordenado a sus diputados que no abandonen la capital hasta que se conozca la decisión del Tribunal Constitucional; además, el Parlamento no descansará este verano. Dos tácticas que están dirigidas, si atendemos a lo que apuntan los analistas, a mantener bajo control a los parlamentarios del AKP en caso de que sea necesario crear una nueva formación para participar en unas elecciones anticipadas.

Para encararlas con garantías, la situación económica del país no es el único problema que afecta al AKP, ya que también se enfrenta a la pérdida de apoyos entre los sectores liberales, que le acusan de olvidarse de las reformas democratizadoras prometidas. Precisamente, Reha Çamuroglu, perteneciente a la minoría aleví (chiíes heterodoxos y progresistas), ha dimitido como asesor de Erdogan por no aplicar esas reformas.

Sin embargo, la falta de una opción política creíble en la oposición convierte a Erdogan en el único candidato a gobernar de nuevo el país.

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