Cumplió treinta años dos días antes del inicio del Tour y con esa edad ha alcanzado su máximo nivel. Debutó como profesional en el 2001 con Fassa Bortolo, en el que estuvo hasta el 2005 antes de pasar al T-Mobile, cuya estructura es el origen de su equipo actual. Siempre ha obtenido victorias, pero este año ha dado un salto de calidad importante. El séptimo puesto del pasado Tour sirvió para darle confianza y este año ha conseguido buenas victorias entre las que destacan la Flecha Valona, dos etapas de la Vuelta al País Vasco y una en la Vuelta a Suiza.

Cuarto en la primera etapa, segundo en la segunda, en la crono y en la general, maillot verde..., no podía empezar mejor el Tour.

Todo ha comenzado muy bien. Las dos primeras eran llegadas buenas para mí para intentar lograr un triunfo de etapa y, a partir de ahí, quería concentrarme en la etapa contrarreloj de Cholet y en la clasificación general. En la crono mi idea era hacer un buen tiempo, con perder medio minuto con respecto a los principales favoritos me daba por contento. No esperaba estar tan fuerte y estoy un poco sorprendido. Veremos qué pasa en los próximos días. Por ahora estoy encantado de que la crono haya pasado y esté en esta situación. Mañana, en la primera llegada en alto, puedo buscar la etapa y la general.

Es rápido y puede sumar muchos puntos en la etapa de montaña si está adelante, ¿se plantea lograr el maillot verde?

No pienso en él, sólo en la general y si viene el maillot verde será porque venga con lo que haga para disputar la general, pero no porque lo busque.

¿Qué es más importante, ganar una etapa o un buen puesto en la clasificación general?

Yo antepongo la general a una etapa. Creo que cuando uno disputa la clasificación general tiene posibilidades de ganar una etapa de las duras porque soy bastante rápido y en el último kilómetro, si estoy en buena posición, no voy a levantar el pie para recuperarme ni renunciaré a buscar un triunfo. Para mí es mejor acabar en el podio que ganar una etapa y por eso es importante concentrarme en la general. Las etapas las intentaré buscar si llego con los mejores, pero no las voy a a buscar intentando meterme en escapadas que perjudiquen mi primer objetivo de hacer un buen puesto en la clasificación general.

¿Cómo ha ido su preparación con su participación en la Vuelta a Suiza, en la que ganó una etapa y cogió el amarillo, pero al final perdió posiciones?

Yo ya sabía que los últimos días iban a ser muy difíciles para mí y no estoy decepcionado porque la preparación estaba poco a más o menos planificada de esta manera. Venía de hacer un entrenamiento fuerte en Pirineos, y cuando fui a Suiza sabía que no estaba preparado para estar nueve días al mejor nivel. Después tuvimos una semana antes del Tour para afinar la preparación y pienso que puedo hacerlo bien.

¿La ausencia de dos de los integrantes del podio del año pasado y su mejoría clara de esta temporada facilitan ese deseo de mejorar la séptima plaza final?

Para mí es el primer año en el que hago el Tour como líder de un equipo y tengo mucha confianza en un Team Columbia que está muy fuerte. Las condiciones son mejores, mi posición es buena y también físicamente este año estoy mejor. Pero el Tour no sería el Tour si no hubiera sorpresas y todo se guiara de forma matemática. Todo el equipo trabaja para mí e intentaré hacerlo mejor que el año pasado. Me he preparado muy bien, la forma es buena y después se verá si puedo mejorar lo realizado el año pasado, lo que estaría muy bien. Además intentaré ganar una etapa y conseguir que el equipo tenga un buen balance antes de llegar a los Campos Elíseos de París.

¿Cuál es la clave del salto de calidad que ha experimentado del pasado año a éste?

Ya el año pasado hice séptimo sin pensar en al general y eso me ha dado confianza a mí y al equipo. Ahora pensamos que puedo mejorar esa posición y creo que hay que intentarlo. Voy a intentar sufrir día a día y ya veremos al final en París si lo consigo o si antes tengo un día malo y hay que cambiar de objetivo.

¿Qué significaron las dos victorias de la Vuelta al País Vasco?

Para mí era una carrera importante para las clásicas y era bueno estar adelante y tener confianza para responder en las clásicas. Es lo mismo que hemos buscado ahora en la Vuelta a Suiza para conseguir estar en la mejor forma de cara al Tour. Andar bien en la última prueba de preparación me da una gran tranquilidad.

¿Qué Tour espera y a quién ve como primer favorito?

Para mí Evans es el mayor favorito, pero no creo que haya nadie que pueda controlar todo un Tour y espero que sea una carrera diferente, muy nerviosa, en la que se registren muchos cambios de maillot amarillo y también de otros maillots. Espero que haya muchos ataques.

¿No le parece que faltan corredores en su equipo que puedan ayudarle en la alta montaña y que High Road puede desgastar muchas energías para ayudar a los sprinters en las etapas llanas?

Un corredor de mis características no creo que tenga necesidad de tener más que dos o tres corredores para las etapas de montaña que pueden estar conmigo en el primer grupo y creo que los tengo. Para mí no es un problema que el equipo trabaje para Cavendish y Ciolek, porque ganar etapas con ellos puede darnos tranquilidad a mí y a mi equipo. No creo que tenga necesidad de todo el equipo porque eso sólo lo necesitas cuando coges el maillot amarillo desde los primeros días. No tenemos la necesidad de controlar la carrera y de tener a todo un equipo siempre a mi disposición. Si tenemos a dos o tres buenos corredores que me ayuden en las subidas es ya bastante, y debemos buscar otras victorias en las etapas planas para tener menos presión sobre mí. La configuración del equipo es la mejor que podíamos tener.

¿Quiénes son los corredores que pueden ayudarle en la montaña?

Siutsou y Lökvist pueden estar entre los veinte primeros en esas etapas y en el último puerto cada uno debe ir a su ritmo e intentar seguir a los más fuertes. Ahí ya se tiene menos necesidad de rodearte de un equipo.