OINATZ-OTXANDORENA 11

IRUJO-PASCUAL 22

Juan Martínez de Irujo e Iñigo Pascual dieron la razón el lunes por la noche a todos aquellos que el día de la presentación les apuntaron como la pareja a batir en el Torneo San Fermín de parejas. Y es que si juegan toda la semana al nivel mostrado anteayer, vencerles parece un logro más que complicado. Los de Aspe se jugarán el pase a la final el viernes contra Xala-Barriola, mientras que los de Asegarce están obligados a ganar hoy mismo (ETB-1, 23.15) contra la citada pareja si quieren seguir con opciones de entrar en esa final.

Una vez más, se confirmó que Pascual tiene la llave de los encuentros en los que participa. Si tiene un buen día, juega cómodo y se siente superior al rival, no hay quien le tosa. Y ante un Otxandorena que estuvo muy lejos de su mejor nivel, acabó creciéndose hasta cuajar un partido sensacional. Mandó siempre en el peloteo, metió dos rebotes, complicó varias pelotas en la pared y apenas cometió fallos. Un partidazo, vamos.

Con tal desequilibrio en la zaga, Martínez de Irujo no desaprovechó las numerosas oportunidades que tuvo, y atropelló una y otra vez a un indefenso Oinatz que veía atónito cómo se le escapaba buena parte de las opciones de final que tenía. Los cuatro tantos de saque del de Ibero se sumaron al recital ofrecido por los azules.

A mantener el nivel

Ahora, el reto de Irujo y Pascual no puede ser otro que mantener el nivel mostrado en el primer choque en los próximos compromisos. En la segunda parte del encuentro del lunes, ya con el marcador visto para sentencia, Irujo cometió algunos errores evitables, que en otro partido hubieran podido suponer una derrota. Asimismo, Iñigo Pascual tendrá en frente a Abel Barriola, un auténtico hueso que, seguro, no le dará las facilidades que le dio Iñaki Otxandorena en la noche del viernes.

En cuanto a Oinatz y Otxando, los de Asegarce no tienen más remedio que arriesgar desde el principio contra Xala y Barriola, para intentar neutralizar su juego. Que Oinatz acierte desde el principio con el saque-remate se antoja imprescindible.