«Gatza es el primero, pero la cadena perpetua se la aplicarán a muchos vascos»
Concentraciones, marchas y una moción popular preceden al acto nacional que pasado mañana denunciará en Zornotza la cadena perpetua al que se enfrenta Joxe Mari Sagardui. Reflejo de la situación de todo un colectivo, «Gatza» acaba de cumplir 28 años preso.
Gari MUJIKA
Algunos lo comparan con Nelson Mandela. El «apartheid» sudáfricano puso a «Madiba» en libertad después de 27 años en prisión. Sin embargo, la celda de Robben Island que ha conocido Gatza no es una, si no varias a consecuencia de la dispersión carcelaria. Eso sí, todas ellas en las condiciones penitenciarias más duras y en las que le han obligado a permanecer 22 horas diarias durante... 28 años. Es vasco, prisionero político y se llama Joxe Mari Sagardui. Lleva consigo el triste y desagradable título de ser el preso político que más años lleva encarcelado de toda Europa.
El martes se cumplieron 28 años desde que Sagardui fuera detenido por la Policía española bajo la acusación de ser militante de ETA. Era el 8 de julio de 1980. Basta con ojear las hemerotecas para darse cuenta del goteo de detenciones que se practicaron aquel año; centenares y centenares.
«Cárceles de exterminio». Ésa fue la definición que los vascos dieron a los funestos centros penitenciarios de Carabanchel y Herre de la Mancha, donde los militantes vascos eran hacinados y maltratados como animales. Ambas cárceles tuvieron como inquilino a Gatza. Pero también Granada, Sevilla I, Puerto, Soria, Puerto II, Jaen II... y suma y sigue. Es el destino que Madrid impone a los prisioneros vascos: la dispersión.
Solo es la punta de un inmenso iceberg
Entre la oferta de kunda y kunda del dantesco tour de la dispersión impuesta por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias es como conoció Gatza a su compañera, Concha Luna. Goiztiri, la hija de ambos, sólo ha conocido a su padre detrás de las rejas y a miles de kilómetros de su tierra. Una de esas ansiadas visitas a pie de carretera se narra en el libro «Lunaren Goiztiri», publicado por Ataramiñe.
Una condena añadida es la que padecen en primera persona los familiares de Sagardui. Concha Luna también ha tenido que padecer el reguero de sufrimiento que genera la dispersión. Ahora tiene que acudir hasta Jaén, donde, a un mar de kilómetros de Euskal Herria, Gatza lleva años en el módulo de aislamiento. Pero su denuncia no se centra en Sagardui; lo subraya y remarca para el conjunto de los presos políticos vascos.
«Él está bien, bastante animado. Aguantando», señala a GARA de forma escueta. Acto seguido, Luna fija la denuncia en la situación que padece el Colectivo. «Vé que hay bastantes compañeros que lo tienen mucho peor que él. Porque, claro, él es el que lleva más años, pero hay compañeros que tienen la condena cumplida por Ley y que les están echando diez años más de cárcel. Viendo eso, él sabe que tiene que hacer tres años y medio más, y es muy consciente de ello; y no se espera ninguna sorpresa», prosigue. Luna describe la situación y denuncia que haya catorce vascos con enfermedades graves a los que les niegan la libertad, o que, por ejemplo, la doctrina que fijó el Supremo condene de por vida a la cárcel a decenas y decenas de militantes vascos.
Ellos, mientras tanto, andan «con el día a día: los viajes, los vises, el trabajo...». Y esperando que llegue 2011. Añade que los padres de Gatza esperan todavía con más ansia si cabe la llegada del hijo que la Policía española les arrebató hace 28 años y que, pese a tener que estar en Zornotza desde el año 2000, aún tienen que esperar otros tres años para volverle a ver en casa.
Acto de denuncia el sábado en Zornotza
Pero no están solos. En Zornotza son cientos los convecinos que llevan años movilizándose por la liberación de Gatza y que, en el contexto del 28 aniversario, han incrementado sus protestas. Concentraciones, manifestaciones, paros y la interposición de mociones en el Consistorio han sido algunos.
«La gente está muy concienciada. Ven que 28 años es una cadena perpetua en toda regla. Eso a Gatza, pero hay muchísima gente más con la cadena perpetua. A él le ha tocado ser el primero, pero por detrás de él va otro que lleva cuatro meses menos, y detrás otro, y otro...» denuncia con rotundidad.
Toda esa denuncia se concentrará pasado mañana, sábado, en Zornotza. Son los propios vecinos los que han invitado a todos los vascos a acudir a las 18.00 a la plaza del Ayuntamiento para denunciar las casi tres décadas que cumple Gatza en prisión y las políticas represivas que desarrolla Madrid.
Desde asociaciones de vecinos hasta corales, pasando por bares, grupos de montaña, de fútbol... Más de cuarenta asociaciones y organismos de Zornotza, además de centenares de firmas de vecinos, presentaron una moción sobre Gatza en el Ayuntamiento. No antes sin sortear las trabas que desde la Alcaldía fueron colocando desde el primer momento.
El alcalde de Zornotza, David Latxaga, por no querer, no quiso ni incluirlo en el orden del día; convocó una Junta de Portavoces para tomar la decisión en la que junto con EB incluso el PP votó a favor de que se debatiera, aunque luego frenase su aprobación.
El día se fijó el 26 de junio. El primer edil se levantó y se marchó al darse lectura al texto. «Tiene un comportamiento indecente. Pero ya no nos sorprende», critica Luna al respecto de la espantá de Latxaga.