Cobra se ha convertido con la edición de su primer disco y el agitado e intenso directo que poseen en una de las formaciones más atractivas de la actual escena rockera. Con raíces caladas en lo más profundo del rock de la década de los setenta, aunque visto desde la actualidad, el cuarteto combina heavy oscuro de época, el tono áspero de aquellos días y la luz del presente, surgiendo profundidad, calor rítmico y turbias melodías. Todo con un excelente tono artístico.

Cobra lo formaron en 2006 Iosu Luengo, guitarra, y David González, bajo, después de la disolución de eVirus69. En sus primeros días la formación se completó con Xanpe, batería de .L.T. Los ensayos tomaron buen rumbo y cierto grado de solidez, por lo que se pensó en redimensionar el tímido proyecto inicial. Dado que Xanpe se encontraba muy liado con el inicio de su estudio de grabación, le sustituyó Iñigo Galarregui, batería de Embrio Greed, Anarko, Txapelpunk... Con la base instrumental asentada, se llama para la voz a Haritz Lete, a su vez batería de Kokein y ex vocal de Kafha. Tras unos meses, abandona Iñigo, puesto que ocupa el estimado batería Ekain Elorza (Seiurte, entre otros).

Cobra presenta «The strong arm of the rock» este sábado en Gernika dentro del 18 Agroskate, encuentro alrededor del mundo del skate y pionero en la materia, que contará, entre numerosos actos, con la presentación de un nuevo prototipo de patín, el Streetsurfing.

Usted vive en Bilbo, como Iosu. Lete, en Eibar y Ekain, entre Berriz y Madrid. ¿Como se conecta con él?

Coincidimos en la grabación del último disco de Petti, «On», en el que tocamos los dos. En ese momento nosotros estábamos buscando batería, así que un día por la noche, entre cervezas, le hablé del grupo y le puse algo de material que teníamos grabado del local de ensayo. Diez minutos después de darle al play, me miró y me dijo: «Yo quiero tocar en este grupo», y aquí está. Fue todo muy natural. En cuestión de días estábamos coordinando ensayos y en menos de dos meses grabando el disco debut. Ekain Elorza es un gran batería que va a dar mucho que hablar. Desde el primer momento supe que era la persona que necesitábamos.

¿Qué tal les define el disco? ¿Qué grado de satisfacción ofrece?

El disco lo grabamos entre Bilbo, Berriz y Eibar. Lo hicimos integramente nosotros, con Lete como técnico. Tanto la composición de canciones, la producción, la grabación como la edición del disco corrió de nuestra cuenta. Realmente estamos muy contentos con el resultado y ha sido todo un reto y un gran esfuerzo. Creemos que es un buen debut para el grupo.

Mucho rock norteamericano, pero con el permiso de los británicos Black Sabbath.

La intención de Cobra siempre ha sido hacer rock con mayúsculas. Nos sentimos cercanos a bandas como Black Sabbath, cierto, pero también de Down, COC, Pantera o Soundgarden.

¿Es difícil destacar en un estilo al que internacionalmente ya se le ha dado mucha bola? ¿Son conscientes de esta dificultad añadida?.

No nos preocupa en absoluto. Nosotros hacemos lo que nos gusta, rock. Intentamos hacerlo lo mejor que sabemos y, mientras tanto, disfrutamos con ello. Creo que lo mas importante es centrarte en lo que haces; luego viene el resto.

Y con tanta dispersión geográfica y compromisos con las diferentes colaboraciones que realizan, ¿esto no es una locura?

La verdad es que somos una banda con una agenda apretada al margen de Cobra. Nuestro mayor esfuerzo es coordinar calendario entre nosotros para poder sacar fechas para el grupo. De momento, todo va sobre ruedas. Además desde un principio hemos querido tomarnos las cosas con calma, no forzar y dejar hueco a la espontaneidad. No hay presiones de ningún tipo y eso se agradece. Somos una banda seria y comprometida. Y cuando hay actitud y compromiso, los problemas siempre tienen fácil solución.