En su carta de dimisión, la edil del PP en Donostia Carmen Rubio lamenta lo acontecido el pasado 19 de mayo en la Junta Directiva Regional del partido, en la que María San Gil reiteró su «quiebra de confianza» en Mariano Rajoy, y consiguió que se adelantara la celebración del Congreso Regional con 28 votos a favor, uno en contra y 32 abstenciones. A juicio de Rubio, que ha hecho público su abandono la víspera del congreso, «la envidia y la ambición» que rodeaban a San Gil, llevaron a «las mentiras, descalificaciones y alusiones a su enfermedad».

En este sentido, Rubio censura que los detractores de la que fuera presidenta del PP en la CAV «intentaron incluso hacerla pasar por una caricatura del franquismo, a pesar de ser una luchadora por las libertades» y que a pesar de que le esperaba «una carrera política brillante ha preferido no venderse».

Por todo ello, la edil donostiarra manifiesta que ni quiere ni puede «dejar sola» a San Gil, ya que no le resulta «fácil» formar parte del equipo que le «ha triturado, el que va de simpático, porque la política no es eso».

Por la «deriva» del partido

Al igual que Rubio, dos miembros de la ejecutiva del PP en Gipuzkoa presentaron ayer la dimisión por sus discrepancias con la «deriva» que, a su juicio, está llevando este partido.

Pedro Altuna escribió una carta abierta a San Gil agradeciéndole su labor y su decisión de abandonar la primera fila después de comprobar que Rajoy «no merecía su confianza».

En su misiva, Altuna sostiene que la política es «ingrata», puesto que hay «muy pocas personas íntegras» como, a su parecer, María San Gil, Regina Otaola o Carmen Rubio, «quienes están en política para defender lo que siempre han constituido los principios del PP y no para trepar u obtener beneficios».

La tercera persona que anunció su dimisión, Maribel Melgosa, explica en su carta que ante «el cambio de estrategia» de su partido se ve «en la obligación moral» de acompañar a San Gil.

Melgosa recuerda que San Gil explicó a la Directiva Regional que se marchaba por sus discrepancias con la «deriva» del partido. «Algunos, además de entender bien sus motivos, nos sentimos orgullosos», señala.

Ante estas dimisiones, la presidenta del PP de Gipuzkoa, María José Usandizaga, lamentó que mientras «la inmensa mayoría de militantes trabaja por fortalecer el partido», haya «unos pocos que sigan unas directrices inexplicables y se dediquen a debilitar el partido».