La reciente insistencia del Gobierno iraquí para obtener un calendario que fije la retirada de las tropas de EEUU del país árabe pone de manifiesto la voluntad de Bagdad de recuperar el pleno control sobre Irak, aseguran responsables políticos, en un momento en el que el poderoso clero chiíta se impacienta. Y esta exigencia, acogida con reticencia por Washington, se produce mientras las distintas formaciones políticas, una de ellas la del primer ministro de Gobierno colaboracionista, Nuri al-Maliki, se movilizan de cara a unas cruciales elecciones regionales que tendrán lugar en octubre y en las que la soberanía nacional será el eje central.

El primer ministro, líder del partido chiíta Dawa, ha ido por primera vez esta semana a EEUU para demandar un calendario de retirada de sus tropas, que a finales de julio ascenderán a 146.000 efectivos.

Se trata de una pretensión argumentada desde hace tiempo por los grupos de oposición sunitas y chiítas y utilizada regularmente para criticar lo que consideran la «colaboración del Gobierno con el invasor». El argumento más sensible de cara a los comicios regionales es el retraso en la transferencia de poder de las tropas ocupantes a las fuerzas iraquíes, ya que sólo nueve de las 18 provincias del país están hoy bajo la responsabilidad de Bagdad.

El calendario de la retirada de tropas extranjeras es el caballo de batalla del clérigo chiíta Moqtada al-Sadr, cuya milicia fue recientemente objetivo de una campaña militar llevada a cabo por tropas iraquíes y estadounidenses. Aunque limitado en su acción militar, el Ejército del Mahdi sigue siendo un agente político ineludible y su imagen de seguro partidario de la soberanía e integridad del país está intacta.

Catorce muertos

Al menos catorce personas murieron y decenas resultaron heridas ayer en varios atentados en Falujah y Mosul, consideradas por EEUU bastiones de Al Qaeda. El objetivo del ataque suicida de Mosul, que mató a ocho civiles, era Riad Jalil Taufik, responsable de seguridad de la provincia de Nínive, que resultó ileso. Este atentado se produce mientras unidades iraquíes respaldadas por el Ejército de EEUU, llevan desde el 14 de mayo en Mosul una ofensiva contra la rama iraquí de Al Qaeda.

Por la mañana, dos explosiones casi simultáneas cerca de un banco en el centro de Falujah, en la provincia de al-Anbar, mataron a cuatro policías.