El Gobierno israelí dio ayer luz verde al canje de prisioneros con el movimiento chiíta libanés Hizbulah. El acuerdo, logrado bajo los auspicios del mediador del Gobierno alemán, Gerhard Conrad, -designado por la ONU- será de aplicación a partir del mediodía de hoy.

De los 25 ministros del Gabinete de Ehud Olmert, sólo tres votaron en contra. El titular de Defensa, el laborista Ehud Barak, agradeció a Alemania por su mediación y anunció que Israel continuará investigando la suerte de Ron Arad, piloto israelí abatido en 1986 en el cielo libanés y muerto en cautividad según un informe de Hizbulah.

Se trata del octavo acuerdo de canje desde 1991. Para el viceprimer ministro, Eli Yishai, «es un precio menos elevado al que hemos pagado en el pasado. Con todo el dolor inherente a estos acuerdos, no queremos que las familias Regev y Goldwasser se encuentren en la misma situación que la familia Arad». Se refería a los dos soldados capturados por Hizbulah en 2006 en territorio libanés en una emboscada a la que Israel respondió lanzando una brutal agresión contra el país de los cedros.

Según el diario libanés «Al-Akhbar», uno de los dos soldados murió en la emboscada y la suerte del segundo, que resultó herido, «resulta incierta».

El padre de Ehud Goldwasser aseguró ayer que los captores de su hijo deberían morir si ambos vuelven a Israel en un féretro.

El acuerdo estipula que los dos soldados israelíes, o sus cuerpos, sean remitidos a la Cruz Roja y entregados en una base militar del norte de Israel. Los cinco prisioneros libaneses serán igualmente entregados a la Cruz Roja en el puesto fronteriza de Rosh Hanikra. Entre ellos se incluye a Samir Qantar, militante del FLP condenado a cinco cadenas perpetuas y 47 años adicionales de prisión por la muerte de tres israelíes.

Lógica de resistencia

Los analistas coinciden en que el canje va a reforzar la lógica de la resistencia contra Israel de Hizbulah. Nabil Abú Monsef, analista del diario »An Nahar», va más allá y señala que «la victoria de Hizbulah es incontestable, porque el canje se hace según sus condiciones, mientras que Israel no consigue nada».

Hizbulah ha recordado recientemente que la resistencia seguirá teniendo sentido, incluso si Israel se retirara de la Chebaa. La resolución 1701 del Consejo de Seguridad estableció en agosto de 2006 un fin de hostilidades pero no un alto el fuego permanente entre Israel e Hizbulah. La experta Saad-Ghorayeb recuerda que Hizbulah no ha olvidado la muerte de su dirigente Imad Mughniyeh en febrero en Damasco a manos del Mossad. «Es una cuenta pendiente de Hizbulah con Israel. Esto no ha terminado», augura.