El británico Lewis Hamilton, que tantas críticas ha levantado durante su carrera por tomar decisiones controvertidas, venció y convenció ayer en el GP de Alemania, una victoria que le sirve para adquirir una renta de cuatro puntos sobre Felipe Massa en el mundial de pilotos. Nelson Piquet, beneficiado por el safety car, fue segundo y consiguió su primer podio y el primero de Renault en la presente temporada.

De las ocho victorias conseguidas hasta ahora por Lewis Hamilton, la de ayer en Hockenheim ha sido la mas impresionante, porque tuvo que luchar no sólo contra el resto de los pilotos, sino contra un coche de seguridad, que salió poco después de mitad de carrera y anuló toda su ventaja, y contra su propio equipo.

Líder indiscutible de la prueba desde la salida, el británico contaba con 11.7 segundos de ventaja sobre el brasileño Felipe Massa (Ferrari) cuando el alemán Timo Glock (Toyota) rompió la suspensión trasera derecha de su Toyota y se dio un fuerte golpe, marcha atrás, contra el muro que separa la pista de los garajes, para terminar en el lado opuesto de la pista.

La carrera fue inmediatamente neutralizada, Glock abandonaba tambaleándose por los efectos del golpe los restos de su coche, y todos los coches se reagruparon tras el coche de seguridad. Lo que iba a ser un contratiempo para Hamilton, fue un golpe de suerte para Piquet, único piloto que iba a ir a una sola parada, y la había hecho justo antes de la salida del coche de seguridad.Cuando se abrió la calle de boxes para repostar, todos los coches lo hicieron a excepción, algo incomprensible, del líder Hamilton, y del alemán Heidfeld (BMW).

Cuando después de cuatro vueltas se liberó la carrera, Hamilton, al volante del mejor coche con diferencia, volvió a tirar como un poseso para tratar de coger una ventaja que le permitiera no perder muchos puestos cuando realizara su última parada para repostar.

Parada en boxes

En la vuelta 50, a 17 del final, Hamilton se detuvo en boxes, dejó el liderato a Heidfeld, que también tenía que parar y se incorporó a la carrera en quinta posición, tras su compañero de equipo, el finlandés Heikki Kovalainen.

Hamilton voló sobre la pista. Kovalainen le dejó pasar, Heidfeld paró dos vueltas después y dejó al británico la tercera posición, con Massa y Piquet por delante. A diez vueltas del final Hamilton, de nuevo en la horquilla pasó a Massa, al que le había recuperado seis segundos y hacía un tímido intento de defenderse, y ya sólo le quedaba por delante Piquet, que dos vueltas después, tras haber liderado la carrera seis vueltas, cedió de nuevo el primer puesto al británico, que logró una magistral victoria.