El Tour se decide en los Alpes
Gerrans engaña a Egoi Martínez y le impide dar a Euskaltel la ansiada etapa
Simon Gerrans ganó en el final en Prato Nevoso cuando parecía que Egoi Martínez iba a acabar con cinco años de búsqueda de una etapa por parte de Euskaltel. Por detrás hubo ataques entre los favoritos y Schleck es el nuevo líder.
Joseba ITURRIA | PRATO NEVOSO
Egoi Martínez no pudo conseguir ayer en Prato Nevoso la victoria de etapa en el Tour que busca con ansiedad su equipo desde que Iban Mayo obtuviera la última en el 2003. El euskaltel era el más fuerte de la fuga que protagonizó desde los primeros kilómetros junto al también navarro José Luis Arrieta (AG2R), el norteamericano Danny Pate (Garmin) y Simon Gerrans (Credit Agricole), pero el australiano le engañó al decirle que no tenía fuerzas y limitarse a ir a rueda en los últimos cincuenta kilómetros y escondió las suficientes para el ataque final.
Por detrás hubo más emoción todavía que por delante con muchos ataques entre los favoritos. De todos ellos, el más débil fue el líder Cadel Evans y el más fuerte fue ayer el austríaco Köhl, que se ganó el derecho de incluirlo entre los favoritos porque, aunque es un escalador, en los dos últimos años ha mejorado en la lucha contrarreloj. Lo más importante es que seis corredores quedan en un margen de escasos cincuenta segundos y que los dos que parecían más fuertes hasta ayer, Cadel Evans y Menchov, fueron los que menor fortaleza demostraron.
Sobre todo el australiano del Silence Lotto, ya que el ruso supo reaccionar tras una caída sufrida en los últimos kilómetros para intentar aprovechar después la debilidad que mostraba el que hasta el momento parecía su mayor rival y favorito.
Cuando Evans se quedó el grupo de los elegidos se redujo a cuatro con Köhl, Menchov, Sastre y Valverde. El abulense y el ruso fueron al principio los que asumieron la responsabilidad de distanciar al australiano, pero cuando el austríaco vio que podía acceder al maillot amarillo puso todo su alma y consiguió sacar a Evans un segundo más de lo que tenía de desventaja, pero Frank Schleck consiguió por siete vestirse de amarillo. Sólo Sastre pudo aguantar la rueda de Köhl, mientras que Menchov perdió veinte segundos con ellos, aunque puede dar por bueno todo lo sucedido ayer después de su gran reacción tras la caída sufrida a poco del final.
Una escapada con todo a favor
La emoción de los preciosos últimos kilómetros eclipsó la ocasión ideal que tuvo Euskaltel para conseguir una victoria que lleva paso de convertirse en una obsesión. Es difícil que al equipo naranja se le presente una ocasión más propicia como la de ayer con mucha diferencia para maniobrar y tres compañeros de menor nivel en la subida.
Pero en las escapadas el menos fuerte recurre a otras bazas para ganar y Simon Gerrans es experto en ello y engañó al navarro del Euskaltel al decirle que no tenía fuerzas para dar más relevos en los últimos cincuenta kilómetros. En el primer ataque serio de Egoi, Arrieta fue el primero en quedarse y Gerrans cedió. Pero Danny Pate y el vasco empezaron a marcarse y permitieron al australiano atraparlos e ir a rueda, porque los dos asumieron el mando de toda la ascensión. Cuando creían que se iban a jugar el triunfo entre ellos, Gerrans los sorprendió con su durísimo ataque. Fue una pena porque Egoi mereció ganar la etapa. Además, Samuel Sánchez y Astarloza están entre los once primeros de la general.
En la parte final de la etapa hubo varias caídas, pero la más grave la sufrió Óscar Pereiro, que tuvo que abandonar con una fractura completa del tercio superior del húmero izquierdo con amplio desplazamiento.
Egoi Martínez no pudo aguantar la decepción del segundo puesto en la cima de Prato Nevoso y dejó escapar lágrimas de rabia y de decepción nada más pasar la meta, un palo fuerte por haber dejado escapar «una de las mejores opciones» de su vida. «¡Me habías dicho que no sprintarías!», le dijo en inglés al australiano Simon Gerrans. Superada la decepción del segundo puesto, el ciclista se negó a caer en la desesperanza y apostó por sacar conclusiones positivas de la etapa. «Espero tener más oportunidades como la de hoy, pero si es así, no me volverá a pasar lo mismo», afirmó. A sus 30 años, el ciclista no pierde la fe e, incluso, ve en la etapa de ayer motivos para sentirse satisfecho. «Antes sentía presión cuando iba a ganar, no lo llevaba bien, pero hoy he sabido mantener la calma y la confianza en mi. Además las piernas me han respondido. Pero cuando venían las rampas más duras todos íbamos justos y no les he podido dejar», señaló cariacontecido. El de Etxarri pasa página y espera que su buena actuación en Prato Nevoso sirva de acicate para que la formación vasca logre la victoria en el Tour que se le escapa desde que Iban Mayo coronara en cabeza el Alpe d'Huez en 2003. «En el equipo hay compañeros mejores que yo y que pensarán que pueden ganar. Samuel (Sánchez) es un ganador y pasado mañana tiene una etapa que termina en bajada y que puede ser una buena oportunidad para él», afirmó Egoi.
Bjarne Riis, por su parte, se congratulaba de haber logrado el maillot amarillo con Franck Schleck. «Queríamos meter presión a Cadel Evans y por eso hemos trabajado en el último puerto. Las tácticas han salido perfectas, primero hemos tirado con Andy Schleck y luego con Carlos Sastre para meter presión y permitir a Franck Schleck que atacara. Ahora tenemos dos días de montaña para sacar más tiempo. Tanto Carlos como Franck tienen las mismas opciones», afirmaba el director.
GARA