La crisis abierta en el Gobierno argentino tras el rechazo a su controvertido proyecto de subir los impuestos a la exportación de granos ha tenido una de sus primeras consecuencias. Alberto Fernández, jefe del Gabinete desde 2003 y estrecho colaborador del tándem Néstor Kirchner-Cristina Fernández, presentó ayer su renuncia. La derrota parlamentaria en el Senado también derivó en la renuncia del secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Javier de Urquiza, que ayer fue sustituido por Carlos Cheppi, hasta ahora titular del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.

En la carta de renuncia dirigida a la presidenta, Fernández señala que «desde el 25 de mayo de 2003, fecha en la que el entonces presidente Kirchner me confió las tareas de jefatura del Gabinete, he puesto mi más absoluta dedicación en la convicción de que estábamos protagonizando un profundo cambio en la realidad argentina». «La certeza de que se abre una nueva instancia en su Gobierno, en la cual usted puede contar con un nuevo elenco de colaboradores para enfrentar la etapa, me impulsa a poner en su consideración mi renuncia con el sano propósito de facilitarle la selección de sus equipos de trabajo», concluye.

La renuncia del jefe de los ministros es la muestra de la necesidad de renovar el Gobierno argentino tras la crisis con el vicepresidente Julio Cobos, que votó en contra del proyecto defendido por la presidenta y su esposo.

El alcalde de la ciudad de Tigre, a 50 kilómetros de Buenos Aires, Sergio Massa, sustituirá a Fernández en el cargo.