Interior desvincula a los detenidos de los atentados de Cantabria
El Ministerio de Interior español desligó a los nueve arrestados de los atentados del domingo en Laredo y Noja. «El dispositivo de vigilancia sobre ellos ya era férreo en la noche del sábado», aclaró. Askatasuna informó de que los jóvenes seguían incomunicados y que siete de ellos habían sido trasladados a Madrid. TAT, por su parte, dio a conocer que Garzón había anunciado la aplicación del protocolo especial.
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Siete de los nueve detenidos la madrugada del martes en distintas localidades vizcainas y en Galiza y Andalucía por parte de la Guardia Civil se encontraban ya ayer por la tarde en dependencias policiales en Madrid, según informó Askatasuna, que añadió que se esperaba que los otros dos fueran trasladados en las próximas horas. Todos ellos continuaban incomunicados.
En relación a este régimen, Torturaren Aurkako Taldea (TAT) señaló que se había anunciado la aplicación del protocolo especial anunciado por Baltasar Garzón en 2006, «que aunque no hace desaparecer de raíz la tortura, es más difícil que puedan suceder casos de torturas». Concretamente, Garzón ordena a la Guardia Civil que adopte tres medidas: mantener informados a los familiares sobre la situación de los detenidos, permitir la visita de un médico de confianza todos los días y grabar con videocámara todo el periodo de incomunicación.
Sin embargo, según explicó el organismo contra la tortura, todavía ayer no se había adoptado ninguna medida al respecto. Por ejemplo, indicó que los médicos de confianza se identificaron correctamente en la Audiencia Nacional y que estaban en Madrid en espera del permiso para visitar a los arrestados, lo que, según el juez, deben hacer junto a los médicos forenses. Pero TAT tuvo noticia de que los forenses habían llevado a cabo dos visitas, mientras que los médicos de confianza aún no habían tenido oportunidad de ello.
En relación al operativo, la Guardia Civil practicó la noche del martes nuevos registros en Getxo y Ezcaray. Como consecuencia, según agencias de información, en la localidad riojana (los agentes entraron en un piso de la urbanización el Cardizal), concretamente en la estación de esquí de Valdezcaray, se localizó ayer un zulo que será inspeccionado hoy.
Cabe recordar que en Bilbo fueron detenidos Arkaitz Goikoetxea (28 años), Maialen Zuazo (25) y Anabel Prieto (25 ); en Elorrio, Gaizka Jareño (25) y Adur Aristegi (24); en Algorta, Iñigo Gutiérrez (25) y Mikel Saratxo (23); en Fuengirola fue arrestada la elorrioarra Libe Agirre (33); y en la localidad gallega de Nigrán, el algortarra Aitor Kotano (24). En contra de lo que se difundió inicialmente, fuentes policiales explicaron ayer que en Pontevedra no fue arrestada ninguna mujer. Además, según Euskadi Irratia, la Guardia Civil estaría siguiendo la pista de una décima persona a la que fue a buscar el martes a Getxo.
Alfredo Pérez Rubalcaba señaló que «la Guardia Civil no descansa, la operación de detenciones va a continuar», y añadió que «no sólo hemos detenido a los culpables, sino que hemos evitado nuevos atentados y en los próximos días sabremos hasta qué punto es cierto esto».
En Algorta se movilizaron 480 personas para mostrar su repulsa a las detenciones, en Gernika 35 y en Balmaseda 15. En Elorrio se manifestaron 450 vecinos y anunciaron que seguirán haciéndolo todos los días hasta que finalice el periodo de incomunicación.
Fuentes policiales indicaron que a los jóvenes detenidos se les atribuyen la gran mayoría de los atentados cometidos por ETA después de la tregua, entre ellos el que costó la vida al guardia civil Juan Manuel Piñuel en la acción contra el cuartel de Legutio.
La Ertzaintza arrestó el martes a un ciudadano de Algorta de 42 años, identificado con las iniciales J.M., cuando participaba en la movilización que tuvo lugar en la localidad vizcaina para protestar contra las detenciones practicadas por la Guardia Civil. Según informó Askatasuna, la Policía autonómica le acusó de arrojar una piedra, pero el hombre desmintió esa versión. Ayer quedó en libertad provisional.
Esta persona, según Askatasuna, ha relatado que cuando los ertzainas comenzaron a dar empujones para disolver el acto, él se encontraba en la acera. Se volvió y echó a andar, mientras que otros corrían. Entonces, un agente le dijo «tú a la carrerilla» y enseguida le golpearon en la espalda. Le arrojaron al suelo a golpes y en el suelo continuaron pegándole. Lo levantaron, «arrestadlo», ordenó un ertzaina, y se lo llevaron, «sin más». Por la noche le trasladaron al Hospital de Cruces para curarle las heridas y ayer por la mañana, antes de quedar libre, le visitó el forense. La Ertzaintza le acusa de «atentado contra la autoridad» y será juzgado por ello. Mientras tanto, una vez al mes tendrá que acudir a un juzgado a firmar.
Askatasuna consideró que se trata de «otro episodio de la violencia que utiliza la Ertzaintza contra un sector concreto de este pueblo». A su juicio, con el cometido de hacer desaparecer el movimiento contra la represión, golpean y detienen a las personas que participan en las protestas. La organización antirrepresiva exigió a los gobiernos de Lakua y de Madrid que respeten los derechos, al tiempo que instó a la ciudadanía a seguir movilizándose para poner fin a la represión.