Zimbabwe, un país de «millonarios» donde los billetes no valen ni el papel en el que se imprimen
Zimbabwe lleva días en las primeras planas de los medios de comunicación. La muy dudosa reelección de Mugabe le ha devuelto protagonismo. Sin embargo, el país arrastra años inmerso en una crisis económica sin parangón. Pero eso interesaba menos en Occidente.
GARA
Afrol News
Zimbabwe ha agotado ya su crédito en la esfera internacional. Tanto que hasta ha agotado su papel para fabricar billetes. O mejor dicho, el Banco de Reserva del país, obligado desde hace meses a sacar constantemente millones de billetes debido a la creciente inflación en el país, no recibirá más papel. Su proveedor alemán se lo comunicó esta semana, atendiendo a las peticiones de boicot de los gobiernos germano y estadounidense.
Los últimos datos sobre el increíble nivel de inflación en Zimbabwe revelan que se ha disparado a un incomprensible nivel porcentual de 9 millones, aumentando tan sólo entre mayo y junio un porcentaje de 7,3 millones. Estas son las cifras oficiales del Gobierno de Zimbabwe, el cual, sin embargo, detuvo la realización de estadísticas sobre inflación en febrero de este año.
Con esta hiperinflación, los billetes de Zimbabwe están perdiendo valor cada minuto que pasa. Y lo que es peor, dentro de poco tiempo, los billetes tendrán menos valor que el papel en el que se imprimen, en un sentido literal.
Con la cancelación de las entregas de billetes de papel de Alemania, el Banco de Reserva en Harare tendrá que buscar otros proveedores que puedan enviar más papel, más barato y de menor calidad, a Zimbabwe; una opción que parece lógica ya que el riesgo de falsificaciones se está aproximando a cero. Sin embargo, no le será fácil buscar otro abastecedor. ¿Quién querrá cobrar en dólares zimbabuos? Lo que sí se ha anunciado es que se producirá de manera inminente una redenominación del dólar de Zimbabwe.
Según las últimas cifras oficiales, el curso de un dólar de EEUU es ahora más de 12,2 millones de dólares de Zimbabwe. Una relación difícil de concebir pero que se explica si se echa un vistazo cronológico a la agonía económica de este país. Ya en mayo de 2006, la tasa de inflación en el país superaba el 1.000%, y con la mitad de los doce millones de zimbabuos padeciendo malnutrición y una tasa de desempleo en torno a un 70%; pero es que en abril de 2007, un año después, esa misma tasa de inflación alcanzaba el 2.200%. Huelga decir que el país ostenta el dudoso honor de tener el nivel de inflación más alto del mundo.
Una depreciación de la moneda local que llevaba a las autoridades del país a dar rienda suelta a la emisión de nuevos billetes. Así, en 2006, ya pusieron en circulación un «papel» por valor de 50.000 dólares zimbabuos, que equivalían a 50 centavos de dólar estadounidense. Pero ni siquiera llegaba para comprar una botella de cerveza o un periódico. El de 1.000 dólares no daba por entonces más que para comprar un paquete de caramelos.
Por aquel entonces, una familia normal en Zimbabwe necesitaba al mes 16,6 millones de dólares zimbabuos -166 dólares estadounidenses-. Así que ni siquiera con un billete de 50.000 dólares, que era una buena cantidad de billetes en uno sólo, llegaba para nada. Las colas en los cajeros automáticos eran ya un caos habitual porque los clientes se pelean por conseguir la mayor cantidad de dinero posible para cubrir sus gastos básicos diarios.
Paga 700 millones de dólares de deuda
Los analistas coinciden en que la galopante crisis por la que atraviesa el país se debe, simplemente, a los continuos errores del Gobierno de Robert Mugabe en lo que a política económica se refiere. El denunciado presidente ha insistido estos años en que la culpa la tienen las sanciones extranjeras. Se da la circunstancia de que en 2004, el Fondo Monetario Internacional (FMI) cerró su oficina en el país por no mantener éste sus obligaciones financieras con dicho organismo. En 2006, decidió mantener las sanciones impuestas al Gobierno local.
Sin embargo, llama la atención el hecho de que a pesar de la evidente crisis económica del país, en abril pasado Zimbabwe repagaba 700 millones de dólares al Banco Africano de Desarrollo. Pese a la situación que vive el país, el grupo bancario reconocía que «el Gobierno mantiene su compromiso frente a sus obligaciones con la deuda. En línea con su compromiso de colaborar con éxito, los pagos se están realizando con miras a normalizar las relaciones y preparar el camino para nuevos desembolsos».