Una bomba explotó en la madrugada de ayer en las instalaciones y vehículos propiedad de las empresas Acciona y Fonorte que trabajan en las obras de la autopista A-8 en la localidad guipuzcoana de Orio.

El Departamento de Interior de Lakua atribuyó a ETA la comisión del atentado e indicó que el artefacto estaba cargado con cinco kilos de un explosivo aún por determinar. La onda expansiva de la bomba causó importantes destrozos en cuatro vehículos y siete casetas de la obra, sin que se registraran daños personales.

Según señalaron las agencias de información basándose en los testimonios de los vecinos de la zona, el artefacto hizo explosión en torno a las 2.00 de la madrugada, pero no fue hasta las 7.30 de la mañana cuando los operarios del primer turno se toparon con los desperfectos y alertaron a la Ertzaintza de lo ocurrido.

Hasta el lugar del atentado se desplazaron varias patrullas y efectivos de la Unidad Especial de Desactivación de la Policía autonómica, que confirmaron que había estallado una bomba. La deflagración produjo daños en cuatro vehículos -dos Land Rover Defender, un Peugeot Partner y un Renault Trafic Passenger Combi- y siete casetas.

Adjudicatarias del TAV

Según las empresas, la bomba destrozó completamente tres de estos módulos metálicos, mientras que el resto sufrió importantes desperfectos. Las casetas albergaban el comedor y los vestuarios de las 120 personas que trabajan en la UTE, aunque todavía los operarios no habían depositado sus pertenencias.

Desde las empresas no quisieron pronunciarse sobre el atentado, aunque según las agencias habrían indicado que no habían recibido ningún tipo de amenaza.

Las obras atacadas corresponden a la ampliación del tercer carril de la autopista AP-8 y el acceso de Orio, que fueron adjudicadas por el Consejo de Administración de la Agencia Guipuzcoana de Infraestructuras, Bidegi, a la UTE formadas por las empresas Acciona y Fonorte. Con un presupuesto de 37,6 millones de euros, las obras tenían un plazo de ejecución de 20 meses y se retomarán lo antes posible, según precisaron desde las empresas.

Las empresas Acciona y Fonorte son también adjudicatarias de distintos tramos del TAV. Según señalaron las agencias de información, en 2007 se adjudicó a la unión temporal de empresas formada por Acciona Infraestructuras y Excavaciones Viuda de Sainz las obras entre Eskoriatza y Aramaio, que cuenta con un tramo de 5,58 kilómetros.

Tras tener conocimiento del atentado, el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, acudió al lugar acompañado por el diputado de Infraestructuras Viarias, Eneko Goia, y expresó su «más enérgica condena», al tiempo que trasladó su «apoyo, solidaridad y cercanía a las empresas y trabajadores» afectados.

«Los autores de este atentado, tan injustificable como todos los anteriores, sólo merecen nuestra más rotunda repulsa», añadió Olano. Según aseguró, las compañías atacadas «cuentan con el respaldo de las instituciones y de la sociedad guipuzcoana, que valoran su contribución al desarrollo de unas infraestructuras viarias clave para el progreso».

«Exijo a ETA, una vez más, que no usurpe y no violente la voluntad popular y abandone definitivamente la violencia. La exigencia de democracia para Euskal Herria y las bombas son radicalmente incompatibles», concluyó Olano.

Desde el Gobierno de Lakua también condenaron el atentado. En un comunicado, expresó su solidaridad con las empresas afectadas y afirmó que la sociedad en su conjunto «debe poder decirle a ETA que la violencia debe acabarse de una vez y para siempre». A su vez, dijo que «estas empresas y otras contribuyen todos los días al progreso y a mejorar el nivel de calidad de vida de esta sociedad».