A pesar de que la ley concursal limitará sus movimientos y todas las decisiones deberán contar con el visto bueno de los administradores y el juez, Iñaki Badiola se ve capaz de reconducir la crisis económica que padece el club en sólo un año. Eso es al menos lo que se desprende de la forma en la que anunció su intención de convocar elecciones en julio de 2009.

«Nosotros pretendemos sanear y limpiar la Real. Nuestra idea es convocar elecciones en julio del año siguiente, una vez que hayamos saneado, limpiado, comprobado y probado todo lo que hemos hecho. Este año vamos a ir a muerte por el ascenso, si luego alguien se quiere presentar perfecto, para que veáis que no hay apego al cargo. Si la gente está contenta con nosotros, seguiremos y si no se presenta nadie también para que no haya desgobierno», declaró el presidente al término de la presentación de Moha como tercer fichaje realista.

Eso sí, en estos doce meses Badiola pretende «clarificar la mal llamada atomización del club», dando una salida válida a «esas unidades familiares» que superan el 2% del accionariado que marcan los estatutos.

Asegurado que el club no descenderá administrativamente ya que la ley concursal, «un mecanismo extraordinario para la Real pero muy malo para los jugadores y otros acreedores como Lighthouse», es un ordenamiento superior a una decisión de la LFP, el club está obligado a que sus gastos nunca superen los ingresos que sea capaz de generar. En este sentido, Badiola anunció que el presupuesto para la presente temporada será de 17 millones de euros.

Condonar la deuda

Al margen de medidas más habituales como la quita de deudas con acreedores, Badiola desveló otra mucho más novedosa que seguro sería una solución milagrosa pero que tiene pocas posibilidades de salir adelante. Y es que, el presidente realista intenta que Kutxa y la Diputación Foral de Gipuzkoa, los dos principales acreedores, condonen su deuda -más de 16 millones de euros entra ambos- y a cambio Lighthouse también perdonaría los 3,3 millones que dice haber aportado. Una «agresiva campaña de marketing» con la que espera conseguir 6 millones de euros por parte de los abonados y una novedosa línea de marketing que aporte otro millón y medio de euros son otras vías a explorar.

Por contra, a pesar de que equipos en el mismo caso como el Alavés hayan tenido que renunciar a jugadores importantes como Aganzo, Gaspar o Jandro, Badiola dijo que la Real no se desprenderá de ningún jugador que los técnicos consideran importantes y sólo prevé un millón de euros por la venta de algún futbolista.

La rebaja en este caso llegará de la reducción de fichas de los jugadores. A éstos, que llevan sin cobrar desde mayo, se les ha transmitido una propuesta de reducir sus salarios en un 30%.

Badiola señaló que es una medida necesaria y, en caso de no llegar a un acuerdo, «será el juez el que aplicará la quita». «No podemos seguir en Segunda con sueldos de Primera. En la época de María de la Peña no quisieron rebajarse un 10% y ahora deberá ser sí o sí del 30%». También considera obligatorio el ERE que se realizará en diferentes estamentos del club, en el que pueden verse envueltos los descartados Rivas, Stevanovic y Mikel Alonso, a los que se les busca equipo.