«La resistencia es ahora más fuerte que antes, por lo que la opción de una guerra (con Israel) sigue abierta», declaró Nabil Kauk, dirigente de Hizbulah y comandante de las milicias en la frontera con Israel, al diario británico «The Daily Telegraph», en una entrevista concedida desde la ciudad libanesa de Tiro, aunque afirmó que no es intención de la organización chií que se repita el el enfrentamiento bélico que en verano de 2006 se cobró la vida de 1.200 libaneses.

«Si Hizbulah fuera débil -explicó Kauk-, Israel no dudaría en comenzar otra guerra, pero somos más fuertes que antes, y cuando Hizbulah es fuerte, nuestra fortaleza impide a Israel empezar un nuevo conflicto».

En su entrevista a «The Daiily Tepegraph», Kauk sostuvo que «no perseguimos la guerra, pero debemos estar preparados».

Fuentes consultadas por el medio de comunicación británico han indicado que el Partido de Dios, que recientemente ha asumido un papel de minoría con derecho a veto en el nuevo Gobierno de unidad nacional de Líbano, ha incrementado su arsenal militar en los últimos dos años de 10.000 a 30.000 misiles. Entre ellos, según las mismas fuentes, cuenta con nuevos proyectiles con mayor alcance y cabezas explosivas más pesadas, que incluyen el nuevo modelo de misil Zelzal, capaz de impactar en Tel Aviv, así como el misil antibuque C802, que podría hundir barcos israelíes.

Nabil Kauk confirmó que su organización recibe apoyo de Siria e Irán, aunque no precisó de forma explícita que ambos proporcionen material bélico, apoyo táctico o entrenamiento militar a sus milicias, como denun- cian Estados Unidos e Israel.

«Nos enorgullece contar con la amistad de estos dos países, así como de cualquiera que nos ayude en la lucha por nuestros derechos», añadió el dirigente de Hizbulah, quien, no obstante, precisó que, en lo que se refiere a las armas, su procedencia es indeterminada. «Todos los partidos políticos de Líbano tienen armas, pero nadie pregunta de dónde salen», indicó.

«Medidas prácticas»

Las declaraciones de Kauk coinciden con la advertencia realizada el viernes por Hizbulah de emprender «medidas prácticas» contra las incursiones israelíes en el espacio aéreo y marítimo libanés, en un contexto en que aumenta el temor a una hipotética reescalada de la violencia en la frontera. El Partido de Dios acusa a Tel Aviv de violar la soberanía nacional libanesa y a los tropas desplegadas por la ONU, la FINUL, de fracasar a la hora de impedir estas ilegalidades.