Moscú advierte del riesgo de un conflicto bélico entre Georgia y Osetia
El aumento de la tensión entre Osetia del Sur y Georgia registrado este fin de semana ha llevado a Rusia a alertar sobre el riesgo de que estalle un conflicto de «gran envergadura» en la región. El Ministerio ruso de Asuntos Exteriores acusó a Georgia de realizar movimientos de tropas para intimidar a Osetia del Sur, territorio independiente de facto que cuenta con el apoyo de Moscú.
GARA |
El Ministerio ruso de Asuntos Exteriores advirtió ayer de que es «cada vez más real» la posibilidad de un conflicto bélico entre Georgia y Osetia del Sur, después de que el viernes fuerzas militares georgianas bombardearan la capital suroseta,Tskhinvali, dejando un saldo de seis muertos y treinta heridos.
«La situación en la zona de conflicto georgiana-oseta, agravada seriamente a principios de mes a raíz del bombardeo sobre Tskhinvali, sigue siendo extremadamente explosiva», indicaron las autoridades rusas en un comunicado recogido por la agencia RIA Novosti. «La amenaza de combates a gran escala en la región está siendo cada vez más real», añadió la nota.
Osetia del Sur declaró su independencia de Georgia tras la desintegración de la URSS. Cientos de personas murieron en el conflicto posterior y la tensión continúa hoy día en la frontera entre ambos países. Georgia acusa a Rusia de intentar incorporar a Osetia de Sur y a la igualmente independiente Abjasia a su propio territorio, mientras que Moscú considera que Georgia quiere retomar por la fuerza el control sobre ambas.
Movimiento de tropas
Las autoridades surosetas denunciaron ayer que Georgia está acercando tropas a la zona del conflicto. Según lo manifestado por el Comité de Información y Prensa de Osetia del Sur, que cita un informe de su Ministerio de Defensa, el mando militar georgiano envió a la zona una columna con piezas de artillería y dos baterías de morteros desde la base militar de Gori, a 25 kilómetros de Tskhinvali.
Las denuncias del Gobierno suroseto fueron rechazadas por Tbilissi. «Esas informaciones no se corresponden con la verdad. No hay movimientos de tropas no se envían fuerzas adicionales a la zona del conflicto», aseguró Shota Utuashvili, portavoz del Ministerio de Interior de Georgia. Añadió que las únicas fuerzas georgianas que hay allí son las tropas de paz y los efectivos policiales, cuya presencia está contemplada por el acuerdo de alto el fuego de 1992.
La portavoz del Gobierno suroseta, Irina Gagloyeva, declaró que la noche del sábado al domingo varias aldeas fueron tiroteadas con armas ligeras, sin que se produjeran víctimas.
La nueva escalada de violencia en la zona estalló el viernes con ataques de artillería y armas ligeras contra varias localidad y la capital, en los que murieron seis personas, todas ellas osetas, y cerca de una treintena resultó herida.
Evacuación
Ante la gravedad de la situación, las autoridades surosetas comenzaron el sábado a evacuar a la población infantil de Tskhinvali hacia Osetia del Norte, a la que aspiran unirse los surosetos. El presidente noroseta, Teimuraz Mamsurov, rechazó el empleo de términos como «evacuación» o «refugiados» cuando se habla de tránsito entre las dos repúblicas osetas.
Cientos de mujeres y niños huyeron en las últimas horas de los combates entre tropas georgianas y surosetas y entraron en Osetia del Norte. Osetia del Sur acusa a Georgia de atacar deliberadamente a los civiles.
Varios autobuses con más de 500 personas, 400 de las cuales son menores, cruzaron la frontera, según un portavoz del servicio de emergencias noroseto. La televisión rusa aseguraba a última hora de la tarde de ayer que más de 300 personas hacían cola para ser evacuadas de Tskhinvali.
El mando ruso de las fuerzas mixtas de paz (rusas, georgianas y surosetas) estacionadas en la zona del conflicto ha acusado a la parte georgiana de la ruptura del alto el fuego. Tbilissi, con el respaldo de EEUU y la OTAN, aboga por sustituir a las tropas rusas por un contingente internacional.
La OSCE y el Kremlin han instado a ambas partes a resolver su disputa en una mesa de negociación, «en virtud de la buena voluntad y centrándose en los esfuerzos para resolver la crisis y evitar sus consecuencias». La OSCE condenó la «violencia innecesaria», especialmente contra los civiles.
El origen del conflicto georgiano-suroseta se remonta a 1922, cuando Iosif Stalin convirtió Osetia del Sur en una Región Autónoma de la República Socialista Soviética de Georgia y le añadió la llanura adyacente, con la ciudad de Tskhinvali, habitada principalmente por georgianos.
El 10 de noviembre de 1989, el Congreso de Diputados Populares de la región proclamó su conversión en República Autónoma (dentro de Geoirgia), decisión que el Parlamento georgiano declaró inconstitucional.
Al año siguiente, el 20 de setiembre, los diputados locales proclamaron la soberanía y la creación de la República de Osetia del Sur.
En respuesta, el 10 de diciembre de 1990, el parlamento de Georgia abolió la autonomía de Osetia del Sur. Un día después estallaron los enfrentamientos armados y se produjeron las tres primera víctimas mortales, tras lo cual Georgia impuso el estado de excepción en la zona.
Entre los años 1990 y 1992, el conflicto se cobró cerca de 2.000 víctimas mortales.
Las tensiones entre ambos países viene incrementándose desde 2004, cuando el nuevo Gobierno prooccidental de Georgia modificó su tradicional política y se distanció de Moscú para acercarse a EEUU y sus aliados.