Maite SOROA | msoroa@gara.net
De incógnito en una herriko taberna
La escena parece sacada de una película de cine negro pero, si nos fijamos en los detalles, parece más propia de una de Pajares y Esteso. El intrépido reportero de «Abc» acodado en la barra de una herriko taberna memorizándolo todo, sin atreverse a sacar el cuaderno...
Lo explicaba así Javier Pagola en «Abc»: «La `Herria', al igual que el resto de las `herriko tabernas' sometidas a administración judicial, siguen plenamente operativas y constituyen una próspera y oscura fuente de financiación para el entramado proetarra». Según Pagola, `Herria' «está entre las `herrikos' más cañeras entre las cañeras» y nos cuenta así la arriesgada aventura del reportero intrépido que, con un par, se tomó un zurito en la Parte Vieja donostiarra.
Revela Pagola que en `Herria' «no hay comprobante ni justificante para el cliente». Asunto grave, sin duda. Y nos relata todo lo que memorizó: «Una sudadera negra, con capucha y con la inscripción de `Donosti', diseño kale borroka, se vende por cerca de 30 euros. Algo más, por encima de los 40 euros, cuesta un chubasquero con las inscripciones y el anagrama de `amnistía' y `askatasuna'. Un pañuelo de cuello, con los mismos lemas o el nombre de `Etxerat' ronda los seis euros, mientras que los mecheros, con distintos lemas. como `askatasuna', `presos' o `jotake', oscilan entre los dos y los tres euros. Las camisetas se venden por encima de los seis euros, las tazas con diferentes motivos alusivos a la `causa' etarra, a 4, mientras que ambientadores con el lema `bai euskarari', un euro (...) En cuanto a consumiciones, por un bocadillo pequeño y un txikito de vino se pagan 3,50 euros. Todo ello se dispensa también al público sin un sólo recibo». Seguro que a Pagola no le han pagado los gastos en «Abc» por no llevar los recibos.
Pero sus angustias no terminan ahí. Las dudas le corroen: «¿de dónde sale todo ese material?, ¿quién lo confecciona?, ¿dónde se almacena y cómo va a parar a manos batasunas?, ¿hay comisiones que se pierden en este corto trayecto? Interrogantes éstos que se mantienen abiertos ya durante muchos años (...)». Y peor aún: «En estos locales filoetarras se expenden, también, boletos de rifas que no tienen ningún reconocimiento legal, y en las que sólo pueden participar personas de la confianza». O sea, que siempre les toca a los mismos. ¡No hay derecho!