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En el final de fiestas de Baiona

Los CRS cargan en Baiona Ttipia en el final de las fiestas

Las fiestas de Baiona concluyeron de modo inesperado. Decenas de policías de paisano y agentes antidisturbios de los CRS bloquearon la calle Tonneliers arremetiendo con botes de humo incluso contra quienes seguían de juerga. La Subprefectura asegura que se trató de una actuación provocada por los allí presentes al acudir a cerrar dos bares. Los testigos y contusionados lo niegan. Afirman que antes no pasó nada.

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Xabi HERNANDEZ | BAIONA

«Surrealista». Así es como han calificado diversos protagonistas lo sufrido en primera persona en torno a las 3.00 de la madrugada en el último día de fiestas de la capital lapurtarra. «Un gran número» de agentes de la Policía francesa, algunos vestidos de paisano y acompañados a su vez por antidisturbios del cuerpo CRS, cargaron con todo tipo de elementos en la concurrida calle Tonneliers de Baiona Ttipia para cerrar dos locales que, según la Subprefectura, estaban «ilegalmente abiertos» al sobrepasar supuesta- mente el horario permitido para estas fechas. Se trata de una calle en la que hay varios locales abertzales.

Las fiestas habían terminado oficialmente media hora después de pasar la medianoche, tras una jornada muy intensa, con la tradicional despedida del Rey León en la Plaza del Ayuntamiento. Aún así, la diversión y la parranda siguieron, como suele ser también habitual, con total normalidad en las calles, bares y sociedades.

Esa aparente tranquilidad siguió hasta aproximadamente las 3.30 de la mañana, hora en la que poco a poco y ante el estupor de los presentes comenzaron a llegar miembros del cuerpo antidisturbios CRS de la Policía francesa, entrando por la esquina que une las calles Pannecau y Tonneliers.

Xilko y Patxoki

Para entonces, las puertas del Xilko Herri Ostatua estaban cerradas y los clientes conversaban fuera, según destacaban a GARA varios de ellos y uno de los trabajadores del establecimiento hostelero, que en ese momento se encontraba realizando las tareas de limpieza. Quienes apuraban las horas de juerga se encontraban en el exterior, en la mitad de la calle To- nneliers, que va desde el cruce con la calle Pontrique hasta el trinquete. Al mismo tiempo, todavía había clientes de fiesta en el interior del Patxoki, que sí disponía de un permiso prolongado hasta las 5.00 de la madrugada al tratarse de una sociedad.

Pese a que se respetaban los horarios especiales festivos, los CSR comenzaron «repentinamente y sin ningún tipo de previo aviso», como apuntan diferentes testigos a GARA, a acer- carse hacia las casi 200 personas que a esa hora se encontraban en el lugar.

Botes de humo como proyectil

En primer lugar, y sin mediar palabra, los antidisturbios avanzaron con la porra y el escudo en la mano, golpeando «sin mirar siquiera a quién». Paralelamente, otros de los agentes rociaban con gases lacrimógenos directamente a los ojos de las personas que se encontraban en ese tramo de calle. Como relataba un joven testigo de los hechos, el líquido alcanzó al encargado de un bar contiguo, que limpiaba su establecimiento. Ese mismo joven decía que el tabernero, al cual conoce, no pudo ayer ir a trabajar por la irritación ocular que padece.

Pero la carga no acabó ahí. Los mismos antidisturbios comenzaron a lanzar botes de humo a bocajarro con «a todo el que estaba en medio». Inciden en que no apuntaban al suelo, como ya ha ocurrido en algunas manifestaciones, sino directamente a los congregados.

Por todo ello, muchas personas empezaron a correr hacia la contigua plaza Patxa, con el susto en el cuerpo y sin conseguir explicaciones sobre qué pasaba. Otras decidieron hacer frente al ariete policial cortando el paso con barricadas formadas por contenedores ardiendo.

Heridos de gravedad

Los médicos del servicio de urgencia del SAMU afirmaron que ninguna ambulancia acudió al lugar, pero sí han reconocido que «unos diez heridos leves o de mediana gravedad» fueron atendidos en la madrugada del lunes en la zona. El hospital de Baiona tampoco dio información alguna sobre ingresos o asistencias de urgencia. El interés de las autoridades locales en no dar realce a lo ocurrido resultó evidente durante la jornada.

Pese a todo, algunos de los heridos en el incidente han confirmado a este medio que ayer tuvieron que trasladarse al hospital para revisar las heridas y valorar su gravedad.

De igual manera, tanto heridos como testigos han querido destacar «el susto» causado por la carga, al igual que los daños «graves o no» del gas lacrimógeno arrojado.

Muchos de los consultados coinciden en el «trato abusivo» y la «sinrazón» padecidas, y tildan lo ocurrido de acto «premeditado» y de «provocación» por parte de las autoridades, todo ello en una zona muy concreta de la ciudad.

3.30

Serían entre las 3.30 y las 3.45 cuando los efectivos policiales llegaron a la calle Tonneliers, supuestamente para cerrar el local llamado Patxoki y la herriko taberna Xilko. Tanto testigos como trabajadores afirmaron que el Xilko cerró a las 3.00, hora que por ley le corresponde. El Patxoki, en cambio, seguía abierto entonces, ya que dispone de permiso prolongado hasta las 5.00 por ser una sociedad, al igual que las peñas.

Camarero y herido

Subprefectura: «La hostilidad de los clientes lo provocó»

El Consistorio baionarra avanzó que, en esta ocasión, no va a hacer ninguna rueda de prensa para informar a los medios de comunicación y a los ciudadanos de su valoración sobre el desarrollo de los cinco días de fiesta. Curiosamente, fue la Subprefectura ¯es decir, la representación del Gobierno francés en territorio vasco¯, en reunión conjunta con los representantes municipales, la encargada de dar un breve parte sobre lo acontecido. Justificó la «operación de orden público» como respuesta a «la hostilidad de los clientes» contra «los encargados de velar, como cada noche, por el cierre de la dispensación de bebidas». A la vez, sus portavoces consideraron «lamentables y aislados» los hechos, y añadieron que el procedimiento de cierre fue «idéntico al de los cuatro días anteriores».

Cabe destacar que la seguridad de las fiestas viene siendo un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento y se ha convertido en un tema tabú para el equipo municipal liderado por Jean Grenet, que incluso se negó a hablar de ello en la presentación del programa de fiestas. La presencia policial durante estos cinco días ha sido abrumadora, al igual que la vigilancia privada; hasta los basureros llevaban su «escolta». X. H.

Askatasuna: «Aurrez pentsaturiko erasoa izan da hau»

Batasunak zein Askatasunak atzo igorritako prentsa oharren bitartez gertaturikoa salatu nahi izan zuten, erasoa jasan behar izan zuten herritarren gaitzespenaz gainera. «Eraso bortitza» izan zela uste du Batasunak, eta Lapurdiko hiriburuko besten bukaeran jazotako istiluei «penagarri eta larri» deritze alderdiak. Horrela, «Subprefeturaren manupean ari diren indar polizialak» kritikatu ditu, eta agiriak dioenez, «bertsio ezberdinak izanik ere, bestan negar-eragileekin eta makilaka sartuz, tenkadura eta konfrontazioa besterik ez zuten xerkatzen indar errepresiboek. Bestaren bukaerako ordu ttipietan, gazteak eta bestazaleak probokatzea bilatzen zuten CRS-ko polizikideek».

Biek ala biek «euskaltzaletasun eta abertzaletasunaren aurkako erasoa eta probokazioa» izan dela adierazi dute; izan ere, «Tonneliers karrika euskal giroko ostatu abertzaleen gune ezaguna» baita. Alde horretatik, Askatasunak ekintza hauen atzean «Estatu frantsesak ezaugarri horiek dituzten guneak desagerrarazteko duen nahia» gordetzen dela esan du.

Bestazaleei nahiz zaurituei haien «elkartasuna» adierazi nahi izan diete eta Askatasunak, bestalde, prentsaurrekoa iragarri du aste honen joanean gertatutakoaren berri emateko. X. H.

 

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