El último día de fiestas de La Blanca suele sufrir un claro bajón de ritmo y gente, convirtiéndose en un jornada casi para el disfrute único de gasteiztarras incondicionales. El calendario que ha influído en que se hayan vivido unas fiestas con menos afluencia de gente que en años anteriores, ha querido, sin embargo, que sus últimos momentos coincidan con el fin de semana, por lo que es previsible una llega de visitantes que anime la jornada.

Con independencia de coincidencias en el calendario, Celedón acudirá a su cita puntual, igual que todos los años, y a la una de la madrugada subirá hasta lo alto de San Miguel, donde se cobijará hasta el año que viene. Los gasteiztarras que no fallen a la cita de la Virgen Blanca se descolgarán los pañuelos que lucen en el cuello para despedir al aldeano de Zalduondo. Dejarán atrás así una edición de La Blanca bastante más tranquila que otros años. Las valoraciones sobre si hace falta replantear la forma de organizar las fiestas, el calendario o las consecuencias de las crisis se sucederán mientras en cada bar miles de expertos aseguran tener las claves del asunto.

Mucho día por delante

La subida llegará, sí, pero no hay que adelantar acontecimientos y durante toda la jornada se podrá seguir disfrutando del ritmo festivo. Será el último día en que las txarangas animen el centro y el Gargantua no deje de tragar niños y niñas en la plaza del conde de Peñaflorida. El Matxete no fallará y seguirá siendo el pequeño refugio del folklore euskaldun. Después de los trikitilaris llegará el turno de los bertsos a las 13.30 horas. Ruben Sanchez lanzará los temas con los que intentarán lucirse Aitor Mendiluze, Zigor Enbeita, Jexux Mari Izazu y Xabier Paia. Evidentemente, la txosna montada por la Comisión de blusas y neskas servirá su mítica txistorra del mediodía para atrasar lo máximo posible la hora de la comida. El teatro tampoco fallará a su cita para alegrar las calles del centro y lo hará con un espectáculo itinerante « A Cuadros» de Vagalume Teatro.

Gazte Eguna en las txosnas

Las txosnas suelen ser protagonistas este último día por quedarse abiertas después de que Celedón haya regresado a su casa. Al ser sábado, en cambio tendrá que competir, como cada día, con los bares del Casco Viejo. Aun y todo, las propuestas empiezan mucho antes con la bertso-bazkaria que acogerá la carpa a una hora cercana a las dos del mediodía. Con tiempo suficiente para la sobremesa de rigor, a las 17.00 se iniciará la competición de sokatira de los jóvenes alaveses y dará comienzo la «Musikberbena», género de música que con un estilo intransferibleble consigue divertir a los presentes. Desde el recinto txosnero saldrá a las 19.00 una manifestación hasta el centro.

La noche llega sin conciertos en las plazas del centro, pero con un programa potente en las txosnas, con Las Culebras y Slam & Hawle, y en el Gaztetxe, donde tocarán Bad Sound sistem y Dj Selekta statik, para disfrutar hasta el último minuto. Y es que ya se sabe que una vez en casa, habrá que esperar 359 noches para poder volver a vivir las fiestas de Gasteiz.