Categoría masculina de baloncesto
«Coach K» y Kobe Bryant sueñan con recuperar el «dream team»
Después de los estrepitosos fracasos en Indiapapolis 2002, Atenas 2004 y el repunte de Japón 2006, la selección estadounidense ha llegado a Beijing con el firme propósito de aprender de los errores. La preparación, donde ha dado varias palizas, la sitúa como favorita
Arnaitz GORRITI | BILBO
Argentina y España son las vigentes campeonas olímpica y del mundo, pero Estados Unidos sigue siendo la selección referente a nivel mundial. Después de tres fracasos, el técnico Mike Krzyzewski tira de Kobe Bryant para, a partir de mañana, reconquistar el oro perdido.
Lejos queda ya aquella selección inolvidable que se paseó en Barcelona en 1992. Los rivales ya no se sacan fotos con ellos, sino que buscan con saña cualquier punto débil para ahondar en la certeza de que el Dream Team es cosa del pasado y que la selección masculina de baloncesto es perfectamente batible. La selección estadounidense ha prometido «tomarse en serio» al rival y al baloncesto FIBA, pero ni así han podido evitar caer en repetidas ocasiones, a veces estrepitosamente, como ante sus «subordinados» de Puerto Rico, o con la ridícula sexta plaza del mundial 2002 de Indianapolis.
Mejor, pero insuficiente
La decadencia de 2002 y 2004, de la selección estadounidense quedó, sin embargo, frenada en el mundial 2006. La selección norteamericana mantuvo algunos elementos del bloque de Atenas 2004 -Carmelo Anthony, Lebron James, Dwane Wade...- y sentó en el banquillo a Mike Krzyzewski, el legendario Coach K de la Universidad de Duke, con ayudantes de la talla de Mike D'Antoni, gran conocedor del baloncesto FIBA y uno de los padres del «juego revolucionado», conocido como non stop the game. Marcadores altos, presión defensiva, robos de balón, contraataques y mates estratosféricos, todo ello aderezado con la fuerza interior de Dwight Howard y Chris Bosh y la dirección de Jason Kidd y Chris Paul.
El juego yankee mejoró en Japón, pero la Grecia de Papaloukas, Diamantidis y Big Sofo Schortsianitis apearon a los de Coach K de la final. Se precisaba que alguna de las superestrellas de la NBA apareciera.
Y en eso aparece Kobe Bryant, uno de los más mediáticos y, a la vez, respetados iconos de la época post Michael Jordan. El escolta de los Lakers lidera en la cancha lo que Krzyzewski dispone en la pizarra. Así, la selección USA aterriza en Beijing como un Dream Team renovado.
¿El resultado? Palizas a Turquía, Lituania, Rusia, Canadá... gran juego, defensa asfixiante y, por ende, los Estados Unidos otra vez favoritos para el oro.
Aspirantes peligrosos
De los doce equipos que participarán en el torneo basquetbolero, cuatro o cinco pueden dar un susto a los estadounidenses, sobre todo Argentina y España.
La selección albiceleste echa de menos a Pepe Sánchez, pero mientras tenga a Ginobili, Oberto y Nocioni en sus filas, cuenta como favorita. No obstante, la ausencia de un base que supla con garantías a Prigioni hace que bajen sus opciones.
La selección española, por su parte, viene del cese de «Pepu» Hernández y la llegada de «Aíto» García Reneses y Ricky Rubio. Habrá que ver cómo reacciona la selección española bajo presión, pero la «roja» parece la alternativa más fuerte ante Kobe y los suyos.
Rusia, Lituania, Turquía o Grecia tampoco permanecerán impasibles. Estos outsiders no han enseñado sus cartas, pero bien saben que, a partir de mañana, nada tienen que perder y tienen la gloria dorada ante ellos.
Las selecciones de Argentina y España parecen las principales alternativas a los Estados Unidos. Además, conjuntos como Rusia, Lituania o Grecia tienen potencial suficiente y nada que perder.
¿Quién no tiene nunca un mal día? Bueno, pues en el torneo de baloncesto de los Juegos Olímpicos está prohibido. En el grupo A, Argentina, Australia, Croacia, Irán, Lituania y Rusia y, en el grupo B Alemania, Angola, China, España, Estados Unidos y Grecia se juegan una liguilla de todos contra todos sin margen de error. Cada dos días, el 10, 12, 14, 16 y 18 vivirán los choques de esta primera fase.
Los cuatro primeros de cada grupo se clasificarán para el cruce de cuartos y ahí, a cara o cruz cada día. El 20 de agosto, los dos primeros de ambos grupos se las verán contra los terceros y cuartos de los grupos contrarios.
Si la liguilla puede ser lo suficientemente corta como para no premiar la regularidad, los cruces son un castigo para la misma. Que se lo pregunten a Stephon Marbury, ya que él solo apeó a la selección española en Atenas 2004.
Sin tiempo para respirar, las semifinales se celebrarán el viernes 22 de agosto y, con los últimos granos de arena de los juegos Olímpicos de Beijing 2008, el día 24, se dirimirán las medallas.