Un año del estallido de las hipotecas «basura»
Auguran que la crisis generada por las «subprime» va para largo
El 9 de agosto de 2007, el BCE y la Reserva Federal de EEU (Fed) asombraron a los círculos financieros con una inyección de 171.000 millones de euros a los mercados. El sistema financiero internacional se paralizó por el temor a los efectos de las «subprime» y hoy la crisis continúa.
GARA | BILBO
De ser unas perfectas desconocidas, las hipotecas subprime o de alto riesgo -se concedieron a clientes sin renta, sin trabajo y sin activos- han pasado en un año a formar parte de la cotidianiedad acusadas de haber provocado la mayor crisis desde la Gran Depresión de 1929.
«En retrospectiva, se puede decir que los hechos que se conocen como la crisis crediticia de 2007 y 2008 son los más graves en décadas con daños visibles no sólo en el sector financiero, sino a toda la economía», señala un informe de 176 páginas elaborado por un grupo de ejecutivos de Wall Street sobre las turbulencias de los mercados y que se ha difundido esta semana.
Los autores del informe reconocen que «la industria fracasó a la hora de pronosticar el desastre financiero y lo que las empresas podían hacer para mejorar la gestión de riesgos».
De momento, los pesos pesados a nivel internacional -desde Citigroup al HSBC, pasando por Royal Bank of Scotland, Deutsche Bank o UBS- llevan anunciadas pérdidas por valor de 223.000 millones de dólares por la depreciación de sus activos.
Estas hipotecas de alto riesgo estadounidense representan una parte pequeña de los préstamos en EEUU, pero muchos bancos las sacaron del pasivo de sus balances convertidas en valores en los que invirtieron otros institutos de crédito, que también vendieron el riesgo en los mercados de financiación estructurados.
La incertidumbre sobre la exposición real de los bancos a las subprime, cuya morosidad comenzó a intensificarse a finales de 2006, hizo que no se prestaran dinero entre ellos en el mercado interbancario y que se creara una escasez de liquidez a partir agosto de 2007. Para asegurar el abastecimiento de liquidez y permitir a los bancos su funcionamiento, los bancos centrales han materializado millonarias inyecciones de dinero.
A lo largo del año no se han producido actuaciones tan diligentes para asistir a los millones de familias que se enfrentan a la ejecución de sus viviendas.
Barclays Capital avanza que lo peor para las familias está por llegar. Los embargos por impago de deuda han crecido más de un 40% en un año.
Para los expertos, la recuperación no se va a producir hasta finales de 2010 o principios de 2011. El economista y profesor de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, habla de una recesión que durará al menos 18 meses y hará que muchos bancos se declaren insolventes ante la amplitud de la crisis.