GARA > Idatzia > Kirolak > Beijin 2008

Balonmano La igualdad marca el campeonato

A por unas medallas tiznadas de sangre, sudor y lágrimas

El gasteiztarra Iker Romero será uno de los motores de la selección española y buscará colgarse la medalla que le falta. Jon Belaustegi luchará en la defensa.

pj02_f01.jpg

Anaitz GORRITI | BILBO

A falta de un anfitrión capaz de lograr el oro -como lo fue el triunfo de la selección alemana en el pasado mundial- el torneo de balonmano se presenta francamente igualada. «En el balonmano, luchar por las medallas depende sólo de un gol. Hay mucha igualdad, por eso hay que buscar el mejor cruce de cuartos», precisaba el seleccionador español, José Antonio Pastor.

Y es que el balonmano es, ante todo, un deporte de contacto. Casi siempre de cara, pero de contacto, y a unos niveles donde lo de «sangre, sudor y lágrimas» no es ninguna metáfora. Así las cosas, de los doce contendientes del torneo de balonmano, hasta nueve selecciones cuentan con posibilidades reales de alzarse con una medalla. Por ello, y a sabiendas que, según avance el torneo, los arbitrajes serán más permisivos, quien ofrezca la defensa más dura -la menos escrupulosa en algunos momentos- tendrá mucho ganado.

Croacia es la actual campeona olímpica y su potencial le permite posicionarse claramente para intentar revalidar la medalla de oro en Atenas 2004, aunque en balonmano la distancia del «cielo» al «infierno» es muy corta, así que pueden surgir revelaciones como Polonia, subcampeona del Mundo, e Islandia.

El torneo olímpico cuenta con jugadores de la talla de Balic, Karabatic, Dinart..., figuras hay muchas, pero solamente los que lleguen a la gran final van a poder «certificar» esa consideración en Beijing 2008.

Como siempre, después de la primera fase, el cruce de cuartos dirimirá la diferencia entre «hombres y niños». Es también cuando guardametas como Barrufet -que deja la selección tras la cita asiática-, Fritz o Sola suelen protagonizar duelos de antología donde gana quien más carácter muestra.

Misión de los vascos

El gasteiztarra Iker Romero y el donostiarra Jon Belaustegi serán los dos vascos que, con la camiseta de la selección española, salven la presencia vasca en los Juegos. El lateral alavés lo ha ganado todo pero, precisamente, le falta la medalla olímpica, toda vez que en Atenas la «roja» quedó fuera tras un duelo a muerte desde la línea de siete metros ante Alemania. Belaustegi también estuvo en Atenas, pero la misión y la importancia de ambos jugadores será bien diferente.

De esta forma, Romero, que seguirá alternando los puestos de lateral y de central, tendrá mucho que decir en la primera línea española. El gasteiztarra no es de los que se esconden, y cuando «más caliente el sol» no será extraño verlo lanzar esos misiles en apoyo o en suspensión que tanto terror crean a las defensas rivales. Pastor confía en él y Romero no se lo pensará.

Por contra, Jon Belaustegi vuelve a sentirse jugador de balonmano después de estar en Logroño cedido por el Ciudad Real. El guipuzcoano, aunque posea un «brazo ejecutor» en su izquierda, suele ser un paladín defensivo del «sistema Pastor». Belaustegi, algo frágil de moral aunque un portento físico, ha aprendido el oficio de «amagar y no dar» que exige Pastor, por lo que es un fijo en la primera línea defensiva hispana, confiando al antoniano Malmagro el juego ofensivo. De su buen trabajo dependerá en gran parte una posible medalla.

 
la competitividad, clave

Croacia, Francia, España, Polonia, Rusia, Islandia, Alemania, Egipto y Dinamarca optan a subir al podio en Beijing. Así las cosas, cuando lleguen los cuartos, a partir del 20 de agosto, será la competitividad quien dirima los resultados.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo