Hockey Hierba femenino
Con los sticks afilados desde el primer día
GARA | BEIJING
No es el hockey sobre hierba femenino el deporte con más adeptos por estos pagos, pero sí cuenta con una bonita cifra de practicantes -la Real Sociedad, o el Jolaseta de Getxo suponen una inagotable cantera, por ejemplo- y, por ende, seguidores.
Así las cosas, la selección del Estado español tiene la suerte de poder contar con tres jugadoras del Jolaseta: Rocío Ybarra y Bárbara Malda, que ya vivieron su primera experiencia olímpica hace cuatro años en Atenas, y la debutante María López de Eguilaz. Desde luego que, el seleccionador estatal, Gabriel Minadeo, necesitará que las tres «getxoztarras» estén a su mejor nivel porque el grupo que les ha tocado en suerte lo exige: Australia, China, Corea, Holanda y Sudáfrica.
Aunque la «roja» no deba jugar ni ante las vigentes campeonas olímpicas, las alemanas, ni siquiera ante Argentina, la favorita principal según la osada «barra» apostante de página web de la Federación Mundial de hockey sobre hierba, potencias como la neerlandesa y la sudafricana -en una suerte de «guerra contra los boers» sin cuartel- pondrán muy cuesta arriba la clasificación para las tres vascas incluso para el cruce de cuartos. Así las cosas, ganar a la selección anfitriona y a la coreana se antoja indispensable para que el camino hacia las medallas de este trío de vascas, no resulte totalmente impracticable.
Favoritas
Más allá de los avatares que vivan en Beijing las representantes vascas, las selecciones favoritas afilan sus sticks para la pelea por los preciados metales.
Argentina, ganador del Trofeo de Campeones, buscará superar el bronce de Atenas 2004, y parten con el visto bueno del público, pero bien saben que rivales como Australia, Alemania u Holanda no son flores de un día, por lo que deberán sacar su mejor juego. Más aún, con tal de evitarse incómodos cruces a partir de cuartos, mejor será que empiecen ganando desde el primer encuentro. Y es que los torneos tan breves no dejan ninguna opción a los que comienzan con el paso cambiado.