La conferencia sobre el sida finaliza con las interrogantes de siempre
Más de 20.000 delegados de unos 175 países, 600 debates o reuniones y casi un centenar de comparecencias ante los medios. Eso ha dado de sí en números la Conferencia Internacional sobre el Sida celebrada en la capital de México. En lo que no se han puesto de acuerdo una vez más es en quién debe costear el tratamiento. Para el experto Julio Montaner, con terapias antiretrovirales gratuitas y políticas adecuadas «se podría controlar la pandemia en muy poco tiempo».
GARA |
La lucha contra el Sida, con tres millones de personas bajo tratamiento, deja en el aire muchas interrogantes sobre el coste futuro de los medicamentos, una prevención eficaz, y sobre la tan ansiada y esperada vacuna.
Durante una semana, más de 20.000 delegados de aproximadamente 175 países se han reunido en México en el marco de la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida que, por primera vez, se ha celebrado en Latinoamérica, muy afectada por esta dolencia. En total, ha habido más de 600 debates o reuniones, sin contar las 80 ruedas de prensa para los 2.000 periodistas acreditados.
Los seropositivos ya alcanzan los 33 millones, una cifra que se incrementa cada año. Además, teniendo en cuenta el lento avance de la enfermedad, los seropositivos con necesidad de tratarse también van en aumento, lo que eleva los costes, punto en el que la comunidad internacional no se pone de acuerdo. La cita de México no ha sido una excepción. Cabe destacar también que algunos medicamentos son ahora ineficaces por la aparición de nuevas variantes y patentes. Algunos responsables dejaron entrever que la comunidad internacional no tiene los medios para asumir el coste de por vida de los tratamientos. El objetivo marcado por la ONU en 2006 de lograr para 2010 «tratamiento para todos» se ha quedado muy lejos en el horizonte.
Entretanto, el drama humano avanza, principalmente, entre los más desfavorecidos y con pocos o ningún recurso.
El nuevo presidente de la Sociedad Internacional de Sida (IAS, por sus siglas en inglés), el argentino Julio Montaner, denunció «la falta de voluntad política» para controlar la pandemia». Incidió en que con una terapia antirretroviral gratuita, políticas de prevención adecuadas y una campaña agresiva de pruebas, «se podría controlar la epidemia en muy poco tiempo. Si no lo hacemos es porque falta voluntad política». No obstante, hizo un balance positivo de la conferencia.
Mary Robinson, presidenta de honor de Oxfam Internacional y ex alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, ofreció datos demoledores al respecto. Según denunció, apenas un 10% de los niños con VIH en el mundo tiene acceso a un tratamiento antirretroviral, una grave carencia que ha hecho que la mitad de los menores muera antes de los dos años. «Alrededor de mil niños se contagian cada día y de ellos, el 80% está en el África subsahariana. De estos casos, el 90% sucede por el contagio madre-hijo, que se puede prevenir», lamentó.
«Si queremos mantener un enfoque de derechos humanos podemos prevenir la transmisión madre-hijo del VIH. Hagámoslo. Démosles acceso universal a ellos», remarcó. «Sabemos que tenemos que llegar a los niños seropositivos antes de los dos años, con cuidados urgentes y tratamiento adecuado porque si logran sobrevivir a los dos años, o más bien si alcanzan los cinco, estarán en el buen camino», manifestó.
La tuberculosis causó en 2007 la muerte de 1,65 millones de personas y su interrelación con el VIH ocasiona el mayor número de fallecidos entre los pacientes con esa enfermedad, por lo que es preciso afrontar conjuntamente ambas pandemias, afirmó el experto keniata Chakaya Jeremiah, director de investigaciones del Instituto de Investigación Médica de Kenia.
«En el mundo, aproximadamente un tercio de la población mundial está infectada hoy en día con el germen que causa la tuberculosis», que el año pasado casi igualó los 2,1. Durante la clausura de la conferencia, explicó que de los 33 millones de portadores del VIH en el mundo, al menos, 11 millones tienen también tuberculosis.
«El drama que sucede con el VIH y la tuberculosis asociada a ese virus se puede ver más vívidamente en el África subsahariana», resaltó. Mientras en América, destacó, se presentan cerca de 40 casos de tuberculosis por cada 100.000 habitantes, en África hay unos 340, cerca del 85% del total. El investigador advirtió que el sida es un factor de riesgo «muy importante para la progresión de nuevas infecciones de tuberculosis». Por ello, defendió que se masifique la utilización de la terapia preventiva con isoniácidos que «ha demostrado ser muy exitosa para prevenir la enfermedad activa en las personas que tienen el virus latente».
Por su parte, el ex ministro de Salud de México y actual director de la Escuela de Salud Pública de Harvard, Julio Frenk, señaló que «es una paradoja que una de las enfermedades infecciosas más viejas y una de las más nuevas hayan encontrado esta manera conjunta de actuar contra los más vulnerables».