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Héroes para el público, pesadilla para sus contrincantes

Han pasado a la historia como héroes, pero para sus rivales fueron una pesadilla. Nombres como Teófilo Stevenson, Jan Zelezny, Paavo Nurmi, Emil Zatopek, Larysa Latynina, Nikolai Andrianov, Ray Ewry, Vera Caslavska, Nadia Comaneci, Aladar Gerevich, Carl Lewis...

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Nemesio RODRÍGUEZ

El peso pesado cubano Stevenson se paseó por el ring en 1972, 1976 y 1980, con una autoridad tal que sus rivales caían como moscas, cortadas sus aspiraciones por la demoledora derecha del caribeño. «Jamás me habían golpeado tan fuerte en mis 212 combates», dijo el alemán Peter Hussing tras perder en semifinales en Múnich 1972.

El checo Jan Zelezny dominó la jabalina en 1992, 1996 y 2000, después de haber sido plata en Seúl 1988, con 22 años. El récord del mundo que impuso en mayo de 1996, con 98,48 metros, sigue vigente. Tenía desesperado al británico Steve Backley, bronce en Barcelona y plata en Atlanta 1996 y Sydney 2000. En esa cita, Backley tuvo la ocasión de quebrar la racha de su rival con un lanzamiento de 89,85 metros en la segunda serie, pero el checo no tiró la toalla y en la tercera se colocó primero con 90,17.

Otro lanzador que desesperó a sus rivales fue el estadounidense Al Oerter, oro en disco en cuatro Juegos consecutivos (de 1956 a 1968), el primer atleta en lograr tal acumulación de éxitos en una misma prueba. Oerter llegó a esta disciplina por casualidad. Cuando tenía 15 años, un disco cayó en la pista en la que estaba corriendo. Devolvió el objeto a los lanzadores y un técnico se dio cuenta de que tenía madera.

Carl Lewis, el «hijo del viento», cerró su carrera olímpica en Atlanta 1996, donde sumó, con 35 años, su cuarto oro en longitud para desesperación de Michael Powell, segundo en Seúl y Barcelona y cuarto en Atlanta. Con su triunfo, Lewissumaba 9 medallas de oro en los Juegos y eclipsaba de nuevo la carrera olímpica de Powell, pese a que éste poseía el récord mundial desde 1991, con 8,95 metros logrados en Tokio.

Sus éxitos le convirtieron en una verdadera estrella, pero suscitaron el recelo de algunos de sus compañeros de equipo. «No quiero sustituirle, pero reivindico que otros atletas y yo también podemos compartir esa gloria», dijo Michael Johnson tras ganar los 400 metros y comprobar que su título y sus zapatillas doradas quedaron relegados en los medios por el cuarto oro de Lewis.

Pocas deportistas ganaron más popularidad que la rumana Nadia Comaneci, la «novia» de los Juegos de Montreal donde, con 14 años, fue la primera gimnasta en recibir un diez absoluto, al que añadió otros siete para un balance final de tres oros, una plata y un bronce.

Pero la mejor gimnasta de la historia ha sido la soviética Larysa Latynina, que mantiene el récord de mayor número de medallas en unos Juegos, con 18 (9 de oro) entre 1956 y 1964 (Melbourne, Tokio y México), en abierta competencia en 1964 con la checa Vera Caslavska, récord de oros en pruebas individuales con siete.

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