Maite SOROA | msoroa@gara.net
Democracia a la ondarresa
En Ondarroa pasan muchas cosas, aunque algunos sólo pretendan mostrar algunas. Como si la luna no tuviera más cara que la que se ve a simple vista. Ayer «El Correo Español» se empeñaba en desdibujar la realidad, sangrante, de un pueblo privado del derecho básico a elegir a sus representantes y presentar la insumisión fiscal como si de una alianza de gorrones se tratara.
Según el editorialista, «el hecho de que un colectivo de vecinos se escude en la supuesta injusticia de la exclusión de la llamada izquierda abertzale en sucesivas elecciones municipales para negarse a pagar la recogida de basura, el suministro de agua o el servicio de alcantarillado ha provocado al Ayuntamiento vizcaíno una merma de 2,3 millones en sus ingresos». Lo de «supuesta injusticia» es de las buenas, ¿verdad?
Si una buena parte de la población ha proclamado algo tan razonable como «si no tengo derechos, tampoco obligaciones», el editorialista de «El Correo Español' lamenta «la situación de agravio que padecen los residentes que sí cumplen con sus obligaciones tributarias». O sea, los que si tienen derechos.
Pero como resulta difícil sostener el despropósito, el escribiente de Vocento nos cuenta el cuento de la buena pipa y denuncia «la obstinación hipócrita de los deudores, el nefasto proceder de Batasuna cuando estuvo al frente de la Alcaldía y, finalmente, la tolerancia de los corporativos del PNV». Es curioso que al «nefasto proceder de Batasuna» le haya sucedido una victoria aplastante en las elecciones, ¿no les parece?
Pero lo mejor, lo que con más nitidez desnuda la naturaleza facciosa del pensamiento que rige y dirige al editorialista llega al final de la pieza: «Poner al día con la hacienda local a los deudores tendría sin duda un relevante valor simbólico para la democracia en Euskadi. Lograría reivindicar a aquellos ondarreses respetuosos con las reglas del juego y obligar a mirarse en una gestión eficaz y transparente a los que pretenden seguir anclados en el totalitarismo». ¿De qué democracia habla? ¿De la que excluye a la mayoría absoluta de los concejales elegidos por el pueblo? Tienen una cara...