Música antigua desde casa, en la Quincena Musical
El Ciclo de Música Antigua de la Quincena Musical llega esta tarde a su ecuador con la actuación del Conductus Ensemble, un conjunto guipuzcoano creado hace seis años por un grupo de amigos aficionados al repertorio barroco y que hoy, ya profesionalizado, es una de las alternativas más sólidas para la interpretación de música antigua en Euskal Herria.
Mikel CHAMIZO | DONOSTIA
En Euskal Herria, y concretamente en Donostia, existe un gran interés por la música antigua. Quizá porque existe una demanda, o quizá porque resulta más económico traer conjuntos barrocos que orquestas sinfónicas, lo cierto es que en los últimos años se han dejado caer por la ciudad la gran mayoría de los grandes conjuntos historicistas.
Los donostiarras hemos educado nuestro oído a las sonoridades de los instrumentos antiguos, somos críticos exigentes en este terreno -mucho más que con los conciertos sinfónicos o la ópera- y, además, hemos demostrado ser un público fiel y entregado. Ahora bien, toda esta pasión por la música antigua se ve empañada por la falta de formaciones vascas que se dediquen al repertorio. O mejor dicho, que lo aborden siguiendo las prácticas interpretativas que hoy en día son norma en todo el mundo.
Hasta hace poco tan sólo contábamos con la Capilla Peñaflorida, que suele utilizar instrumentos originales en sus interpretaciones, pero desde hace seis años tenemos también al Conductus Ensemble, que actuará esta tarde por primera vez en el Ciclo de Música Antigua de la Quincena Musical, a las 18:00 horas en el Convento de Santa Teresa.
Mezcla de músicos
El Conductus Ensemble está formado por una mezcla de músicos amateurs y profesionales con un interés común: la música barroca.
Fue fundado en el 2002 por su director, Andoni Sierra, buscando crear una plataforma de calidad para la interpretación de una música que, en Euskal Herria, se seguía tocando bajo unos cánones muy anticuados. Fue así como, llamando a amigos que compartían su pasión por el repertorio barroco, formó el germen de un proyecto que ha ido creciendo paulatinamente. Omar Bartolomé, contratenor del grupo y co-fundador de Conductus, recuerda que los inicios consistieron en «llamar a gente, a amigos, que cantaran bien y que le apasionase la música barroca. Y que pudieran dedicar los fines de semana a ensayar». Ahora ya cuentan con algunos profesionales en sus filas, pero la dinámica de ensayos sigue siendo parecida. «No tenemos una financiación para dedicarnos exclusivamente a esto. Nuestras horas de ensayo son limitadas, pero suplimos esa limitación con muchísimo trabajo individual. Tenemos que tenerlo todo bien aprendido y sacar el máximo provecho a cada minuto de ensayo». El programa que cantarán esta tarde llevan dos meses trabajándolo, y no es para menos, pues se trata de uno de los ciclos vocales más exigentes del repertorio barroco, los «Motetes» de Bach. Enfrentarse a ellos también supone cambiar de chip con respecto al repertorio tradicional, del que provienen la mayoría de integrantes de Conductus. Para Omar, que ha cantado durante muchos años en el Orfeón Donostiarra, la clave consiste en ir «un poco más allá de lo que es la nota. En la música tradicional se suele dar prioridad a la música sobre el texto, pero aquí es importantísimo dar el carácter adecuado a cada palabra». La técnica también varía con respecto a un Mahler, por ejemplo, buscando aligerar el sonido y relajar tensión.
Algo similar ocurre con la parte instrumental. Aunque Conductus suele trabajar con instrumentos modernos que tocan siguiendo pautas historicistas, esta tarde actuarán acompañados de intérpretes especializados llegados desde París. Y es que, por desgracia, y como bien explica Alice Mendizabal, continuísta de Conductus, «en los conservatorios de Euskadi no se contemplan los instrumentos antiguos. En Musikene ya ni siquiera existen estudios de clave». Una asignatura pendiente para nuestra educación musical.