Cuenta la prensa que se aceleran los pasos para volver a juzgar en la Audiencia Nacional a Iñaki de Juana por el texto leído en Donostia y cuya autoría le atribuye la Policía. Ahora le acusan de ofensa.

El pretendido delito por el que quisieran encarcelar de nuevo al ex preso donostiarra se recoge, al parecer, en una también pretendida referencia amistosa a Txomin Iturbe Abasolo. Y si la semana pasada preguntábamos qué hay de ofensivo en manifestar sentimientos íntimos, hoy cabe decir más cosas. Por ejemplo de Txomin Iturbe.

Leo, porque está publicado con el debido registro legal: «Txomin, entrañable persona donde las haya, viva imagen del desenfado, armonizador indesmayable, bromista hasta en lo más serio. Era optimista, abierto al diálogo».

Y leo también sobre «la calidad humana que comunicaba». Y frases como «el bueno de Iturbe Abasolo».

Busco más citas y encuentro un párrafo en el que se aplaude «la gran humanidad de Txomin» junto a otra referencia: «Fue mucho lo que perdimos con su desaparición. Se le quiso y se le quiere, ¿cómo olvidar a Txomin?».

Resulta extraño que la supuesta referencia a Iturbe en la carta que, dice la Policía, remitió De Juana a un acto en el que no participó pueda resultar delictiva y fiscales, jueces, asociaciones varias, periodistas-investigadores... no hayan observado nada ilegal en las referencias anteriores. Pero hay más.

También describen al arrasatearra como «nacionalista de gran carisma, mucho encanto personal, capacidad de comunicación y un indiscutible liderazgo». Y más menciones elogiosas, referidas ahora a sus primeros años: «Iturbe es un magnífico hijo y un alumno aplicado (...) un chaval sano, buen estudiante, equilibrado».

No se trata ahora de agregar nada a lo ya dicho. No están los tiempos para alegrías literarias, pero baste dejar constancia de que los autores de los libros citados se ubican en las antípodas -personales e ideológicas- de todo lo que Txomin Iturbe representa en la memoria del pueblo vasco. Si el juez o el fiscal quieren profundizar en el asunto, que vayan a una librería. Los autores son bien conocidos.