El presidente georgiano ha ignorado el díctum de Kissinger: «Las grandes potencias no cometen suicidio por sus aliados». Quizás sus aliados en Washington también lo hayan olvidado. Esperemos que no. Si en los Balcanes Occidente patrocinó la desintegración de la multiétnica Yugoslavia, ¿cuál es la lógica por la que los no-georgianos deban permanecer en un microimperio que, casualmente, resulta ser pro-occidental?

El efecto de las rebajas posibilitó que el IPC registrara un ligero descenso en julio en Hego Euskal Herria, pero no impidió que la inflación interanual siga su carrera ascendente y escale al 5,4% en Araba, al 5,3% en Gipuzkoa y Nafarroa Garaia y al 5% en Bizkaia. Tras responsabilizar al petróleo de la escalada de precios, el secretario de Estado español de Economía, David Vegara, aseguró que la inflación «ha tocado techo» y pronosticó que cerrará el año por debajo del 4%.

El riesgo de ruptura del frágil alto el fuego instaurado entre georgianos y rusos tras aceptar Tbilissi y Moscú la propuesta de paz realizada por la Unión Europea por las acusaciones contra Rusia de incumplimiento del acuerdo avivó ayer la tensión. Las tropas rusas tomaron la ciudad de Gori y, al parecer, avanzaban hacia Tbilissi, lo que multiplicó las denuncias y los llamamientos en el ámbito internacional a respetar el alto el fuego.