Sin casi tiempo para descansar y con un sólo entrenamiento colectivo en Lezama, el Athletic vuelve a disputar hoy en Cádiz, a partir de las 22.00, otro choque. Sera en el Trofeo Carranza, en el que también participarán Sevilla y Villarreal, y al que los vizcainos retornan 24 años después de su último concurso que, por cierto, se saldó con victoria. Único titulo en un total de siete presencias en la Tacita de Plata.

Será el undécimo ensayo de los leones, una cifra a la que ni siquiera se acercarán muchos equipos de Primera al concluir su preparación veraniega, y Caparrós ha citado a veinte jugadores para la ocasión. Las principales novedades están en la inclusión de Urko Arroyo -que ya disputó el último encuentro liguero de la pasada campaña ante el Sevilla- y las ausencias de Joseba del Olmo, Iñigo Vélez de Mendizabal y, sobre todo, la de Koikili Lertxundi. Junto a ellos tampoco viajaron Lafuente, Tiko, Murillo, ni los lesionados Ustaritz, Joseba Garmendia y el joven Xabier Etxeita.

El Athletic ha perdido los tres últimos partidos que ha disputado de manera consecutiva, con el agravante de la pésima imagen que ha dado frente a Tenerife y Eibar. Los rojiblancos se vieron desarbolados por dos equipos de Segunda y, encima, encajaron más de un gol en las jugadas de estrategia, de corte similar, tras verse sorprendidos por la pizarra del conjunto rival.

Unas derrotas a las que hay que sumar ciertas notas de nerviosismo e inquietud que se han podido observar públicamente en ambos encuentros. En el primero, Iñaki Muñoz -que tuvo que jugar con otros componentes de la primera plantilla un amistoso con el filial en Noja- no celebró el tanto que anotó en La Orotava y dejó a la vista la sensación que le produce el contar con pocas opciones.

El segundo botón de muestra se produjo en Zarautz, cuando a la conclusión del amistoso contra el Eibar, que se saldó con un decepcionante 2 a 0, Caparrós señaló que sus jugadores habían jugado «creciditos» y negó cualquier relación con el posible cansancio acumulado por la gran cantidad de partidos que están jugando al concluir que «no tiene nada que ver, la mayoría de jugadores sólo han disputado 45 minutos, y cualquier jugador tiene que jugar 45 minutos con la chorra».

El entrenamiento de ayer -el equipo al completo regresó a trabajar a Lezama después de bastantes días-, tenía su morbo y la cita, en parte, cumplió. Caparrós repartió órdenes entre sus jugadores a voz en grito y les pidió mayor intensidad, movimiento sin balón y dinamismo a la hora de encarar los encuentros que disputen.

Una vez finalizada la sesión preparatoria, el técnico compareció ante los medios de comunicación. Allí, subrayó que «tanto contra el Eibar como en Tenerife, al margen del resultado, el equipo no estuvo al nivel que tiene que estar el Athletic en todos los conceptos», ya que en su opinión «en actitud, compromiso e implicación no nos puede ganar nadie». Es decir, que repitió uno de sus argumentos centrales desde que llegó al banquillo.

Las derrotas han revuelto el ambiente en el entorno rojiblanco y Caparrós resaltó que «todo el grupo estamos molestos por lo que ha pasado. A ningún profesional le gusta que las cosas no le salgan bien».

«Dosificar a Del Olmo»

En la lista para Cádiz llamaba poderosamente la atención la ausencia de los dos de los fichajes: Joseba del Olmo e Iñigo Vélez de Mendizabal. Sobre el primero, indicó que «le queremos dosificar, hay que tener en cuenta que su temporada terminó más tarde y tuvieron el desgaste de estar luchando por salvar la categoría».

En relación al gasteiztarra, dijo que «está a un nivel inferior en el apartado físico y eso es un hándicap si sale y no le salen las cosas bien». Por contra, Urko Arroyo viaja y «tiene opciones de jugar» según el míster.