La modelo, actriz y cantante Sophie Auster, que rueda en Barcelona el filme «Circuit», no escribe novelas como su padre, pero sí la poesía que vierte en las letras de sus canciones, letras poéticas sobre sueños y amores, según explicó ayer.

Sophie ha heredado los grandes ojos del padre y la posibilidad de escribir, cosa que ha hecho con letras para las canciones de su segundo disco, «Broken Down Cabaret», que tendrá listo a finales de año.

Hija única de Paul Auster y de la también afamada escritora Siri Hustvedt, Sophie acaba de cumplir 21 años en Barcelona, en donde rueda a las órdenes de Xavier Ribera la película «Circuit», de la que es protagonista. Bromea con esta mayoría de edad estadounidense a los 21 porque antes «puedes conducir, comprar cigarrillos, pornografía e ir a la guerra, pero no puedes beber una cerveza».

Colaboración especial de Duato

Hasta el 18 de agosto ahora, y después en noviembre, Auster compartirá rodaje en Barcelona -ciudad que visita por cuarta vez- con Vincent Martínez, Óscar Jaenada, Leticia Dolera, Michelle Jenner y Misia en un filme que tiene la colaboración especial de Nacho Duato, Carlos Fuentes, el piloto de motos Jorge Lorenzo y el diseñador Jordi Labanda.

En el filme aparecen también pequeños números interactivos musicales a cargo de Pedro Alcalde y de danza con Rafael Bonachela, exhibiciones de fotografía, desfiles de moda y secuencias elaboradas con ilustraciones y animaciones en 3D de Jordi Labanda que inciden en la manera de explicar la historia.

Auster ya ha hecho de modelo en la vida real, «un poco», puntualiza, y también a través de la canción y actuación. En esta película no canta, cosa que sí hizo en uno de los dos filmes que rodó con su padre («Lulu on the Bridge» y «The Inner Life of Martin Frost»); e insiste en que no sabe si prefiere cantar o actuar, «veremos lo que me cansa antes», señala. Tiene otros proyectos fílmicos, que no ha desvelado «porque no están firmados», uno de ellos en Argentina para el que, si sale, se pondrá a estudiar castellano.

«Circuit» se está rodando en localizaciones como el puerto y el aeropuerto de la ciudad, un hotel de diseño y la modernista Casa Burés de una ciudad que no es como el Nueva York en el que vive Auster, sino «una ciudad mucho más pequeña en la que todos parecen conocerse: me gusta».