La huelga contra la discriminación de las trabajadoras de Indusal cumple su primer mes
GARA |
Ayer se cumplió un mes desde que las empleadas de la planta Indusal de Arrigorriaga comenzaran una huelga que tiene como objeto denunciar la situación de precariedad que sufren, cobrando 700 euros mensuales; y agravada por la discriminación que padecen las mujeres, llegando a cobrar «hasta 300 euros menos por el mismo trabajo».
Mediante un comunicado, las trabajadoras explicaban que «ha sido un mes duro en el que cuatro de nosotras hemos pasado por los juzgados y tres más estamos a la espera». Volvieron a hacer mención, además del «constante hostigamiento» que sufren día a día por parte de la Ertzaintza, e indicaron que algunas de ellas han sido «aporreadas», tres de las cuáles «han tenido que ser atendidas en plena calle» debido a «los ataques de ansiedad» que han sufrido.
Negociación
«La negociación se encuentra casi muerta», apuntaron las trabajadoras de la empresa de lavandería.
Según la nota de prensa, el próximo miércoles acaba el plazo de aceptación de la mediación del Preco y «ante el que la empresa tendrá que posicionarse». Dicha mediación «reconoce expresamente» la discriminación que sufren las mujeres de Indusal. Además, las trabajadoras tienen la esperanza de que «la aceptación de la mediación del Preco podría ser el punto de acuerdo en el que llegar a un acuerdo en este aspecto y abrir la puerta a consensos sobre un pacto con la empresa que empiece a poner solución de precariedad que sufrimos».
Ante la «inexistencia» de propuesta alguna por parte de la empresa, las trabajadoras aseguraron que seguirán con sus movilizaciones.
Así, anunciaron que se concentrarán durante todo el mes de agosto ante hoteles bilbainos clientes de Indusal, como el Tryp Arenal, Domine o Nervión.
Por otro lado, no descartaron alguna movilización «sorpresa» durante la Aste Nagusia si la dirección de Indusal sigue sin querer negociar.
De este modo, las empleadas continúan con la dinámica de protestas que han llevado a cabo tanto ante hoteles como Osakidetza para exigir la negociación de un «convenio digno».