GARA > Idatzia > Kirolak > Beijin 2008

Natación sexta jornada

Secundarios de lujo para ir completando el reparto

La australiana Rice suma su tercer oro, la china Liu pone El Cubo patas arriba, el japonés Kitajima consolida su dominio en la braza y el francés Bernard se lleva el gato al agua en la batalla de los velocistas

pj05_f01_199x100.jpg

Imanol INTZIARTE | DONOSTIA

En toda historia que se precie, además de un rey ha de haber una reina, príncipes, princesas, y otros personajes no menos importantes. El rey Phelps no subió ayer al podio -su única jornada sin finales-, y los focos se dirigieron sobre el resto de participantes. Por unas horas.

Las suficientes para comprobar que la australiana Stephanie Rice tiene los boletos para sentarse en el trono femenino. La de Brisbane sumó en el relevo 4x200 libre su tercera presea de oro y su tercer récord mundial -había hecho lo propio en 200 y 400 estilos-, en una final en la que los cuatro primeros equipos (Australia, China, EEUU e Italia), rebajaron la anterior plusmarca.

Euforia local

El reparto de esta historia necesita de unas princesas de cuento rosa con las que el público se identifica. Ese papel recayó en las mariposistas Zige Liu y Liuyang Jiao. Las dos chinas, oro y plata respectivamente en el doble hectómetro, desataron la euforia entre la afición local, mayoritaría entre las 11.000 personas que abarrotaban El Cubo para ver in situ el primer oro de los anfitriones en natación.

Liu, de 19 años, ha vivido una progresión extraordinaria, recortando su marca en 3.58 segundos en un periodo de cuatro meses y medio. Más de uno hizo públicas sus sospechas. Pero Mustapha Larfaoui, presidente de la Federación Internacional (FINA), puso los puntos sobre las íes: «Tres segundos es mucho. Pero aquí ya se han producido 18 records del mundo y me niego a acusar sin pruebas a deportistas que han trabajado duro». Así que, salvo novedades, fin del capítulo.

A la vera de los monarcas tiene también un puesto Kosuke Kitajima, el príncipe de la braza. El japonés es el dominador de esta modalidad -ya tenía el oro en el hectómetro- y volvió a demostrarlo en la final de los 200, en la que revalidó el título de Atenas.

Pero, ¿qué sería de un cuento sin dos traviesos duendes? El francés Alain Bernard y el australiano Eamon Sullivan llevan toda la semana con su particular pique en las distancias cortas. De momento, el australiano se queda con el récord de los 100 libre -obtenido en semifinales-, pero fue el europeo, cuyo lema es «tómate tu tiempo para ser rápido», el que se colgó el oro. Les quedan los 50 metros para seguir con su duelo. Tras ellos hubo dos bronces, ya que el brasileño César Cielo y el estadounidense Jason Lezak terminaron en el mismo tiempo.

VDH dice adiós

Tras finalizar quinto, el holandés Pieter Van den Hoogenband, que defendía los oros de Sydney y Atenas, anunció su retirada. A sus 30 años, VDH señaló que «hay una nueva generación y ha llegado el momento de retirarse». El holandés, uno de los más grandes del arranque del siglo, fue el primero en recorrer dos largos en menos de 48 segundos. Para el recuerdo, sus duelos en el 100 con el zar Alexandre Popov y en los 200 con el tiburón australiano Ian Thorpe.

 
Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo