Me toca leer cosas que no me gustan nada. Tengo mala suerte. Leo que el ministro Pérez Rubalcaba exigía la máxima contundencia a la Guardia Civil sobre los piquetes ilegales a raíz de la huelga de transportes. No hacen falta, por lo tanto, ni la patronal ni los sindicatos para ese ministro. Encantadora situación. Otro ministro llamado Moratinos se expresa en términos parecidos: «Tenemos que combatir la inmigración ilegal». Otra vez es necesaria la intervención de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Todos a la guerra, menos ellos, los ministros no van a la guerra. Sueldos millonarios porque ya sabemos que «los duelos con pan son menos duelos». Lo de dialogar como Dios manda son palabras mayores. Se condecoran ellos mismos «porque nosotros los demócratas...».

Nuestra Policía Foral formula varias denuncias a varios jóvenes estos sanfermines, ya que exhibir pegatinas con el lema «UPN kanpora» incita a la violencia y al odio. A destacar una jovenzuela de 15 años trasladada a los cuartelillos, sospecho que con una paliza y una multa para que escarmiente. De todos modos, ya que hablamos de violencia y de odios, no estaría de más saber qué opina la Policía Foral de las agresiones que sufren los concejales abertzales en el propio Ayuntamiento de Iruñea todos los 6 de julio a la hora del chupinazo. Agresiones por parte de los concejales de UPN, es decir, odio y violencia a montones y, por cierto, esa violencia no se condena.

Termino no sin recordar a la ciudadanía que ahora estamos con el Tren de Alta Velocidad, el tren de altos vuelos económicos. Miles de millones en plena crisis económica. Tenemos ocho millones de pobres en este estado, 70.000 en Nafarroa y 10.000 en Iruñea. Los futuros viajeros no podrán ver tanta pobreza, dada la velocidad de ese tren.