La plataforma «Térmicas no, Miranda y Lantaron» animó a finales del pasado mes de julio a presentar alegaciones contra el Estudio de Impacto Ambiental presentado por la empresa impulsora de la central térmica que pretende ubicarse en el municipio alavés. Como recordaron, «es la salud de todos la que está en juego». En la cercana Miranda de Ebro se recogieron en su día 1.200; el pasado 4 de agosto, la plataforma presentó ante la Subdelegación del Gobierno en Gasteiz medio millar; y ayer entregaron en las mismas oficinas nada menos que 2.000. «Nos ha desbordado», resumía eufórica la representante de la plataforma Ana Martínez.

Tres son los principales modelos de alegación que han circulado desde hace semanas y a los que se han adherido estos miles de personas, residentes en núcleos situados en un entorno de unos diez kilómetros a la redonda del enclave donde se proyecta la central térmica.

«El plazo no se cierra hasta el lunes y nos quedan lugares donde recoger más alegaciones, además de la gente que las ha presentado de forma particular. Calculamos que, al final, podremos llegar a cerca de las 3.000, lo que no tiene referente que sepamos a nivel estatal en un caso similar», añadió esta portavoz en declaraciones a GARA.

Pero además del «abrumador» número de alegaciones, desde la plataforma se resalta al mismo nivel la calidad de las mismas en cuanto a la documentación que se aporta para rechazar un Estudio de Impacto Ambiental que es tildado de «falso».

En este sentido, Martínez recuerda que se aporta numerosa documentación, entre ella estudios sobre el impacto en la salud de los pobladores de la comarca. Pero destaca que si un argumento debe bastar para echar atrás este proyecto es el incumplimiento que se comete del Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas, en concreto el referente a la distancia a la que se sitúan algunos de los pueblos afectados, a menos de dos kilómetros del emplazamiento.

«El número les va a impactar»

A patir de la presentación de estos centenares de alegaciones, será el promotor del proyecto quien deba contestar a las mismas, «que no lo hará». Luego, será el Ministerio de Medio Ambiente quien tenga la última palabra. «Confiamos en que todo esto sirva para echarlo atrás», apuntilla Ana Martínez, que anuncia que «vamos a seguir acompañando al proyecto» y ahora que `viaja' a Madrid, pedirán una entrevista con la directora de Calidad del Aire de dicho Ministerio para darle a conocer en persona el contenido de estas alegaciones.

«Estamos convencidos de que el número de alegaciones les va a impactar», avanza, incrédula aún ante el masivo apoyo que ha tenido la campaña.