Un supérheroe para los tiempos de crisis y atentados
«El caballero oscuro»
La última entrega de Batman ha puesto un techo de recaudación inalcanzable para ninguna otra película de superhéroes, a la vez que la crítica se rinde ante la versión seria y oscura del género. Se llega a alabar el realismo del film y se señala al fallecido Heath Ledger como candidato al Óscar de Mejor Actor Secundario a título póstumo.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
«El caballero oscuro» es ya la película de superhéroes más vista de todos los tiempos, incluso antes de su estreno fuera del mercado norteamericano. También ha batido otros récords absolutos, pero ahí los economistas no terminan de ponerse de acuerdo. Influyen el precio de la entrada y la inflación, por lo que nunca se podrán comparar recaudaciones de distintas épocas. Sí parece que es la número uno en la taquilla del primer fin de semana, ya que ese tipo de cálculo es más reciente. Y, como quiera que en los EE.UU. está a punto de superar los quinientos millones de dólares, se colocaría como la segunda película más taquillera de toda la historia detrás de «Titanic». Son cifras mareantes, más aún en época de crisis, aunque en el fenómeno de «El caballero oscuro» influyen cuestiones extracinematográficas varias.
De nuevo, la campaña promocional de la nueva entrega de Batman se ha lidiado en Internet, donde ha creado una expectación sin precedentes en la red. Los hechos luctuosos ocurridos alrededor del rodaje y la producción han creado una leyenda negra, como si los pingües beneficios a obtener fueran a pagarse con sangre. La Warner ha explotado la prematura e inesperada muerte del joven actor Heath Ledger sin el más mínimo pudor, fabricando muñecos y camisetas con su siniestra y macabra imagen de Joker.
En esta ocasión se ha vendido el morbo con verdadero descaro, sin disimulo alguno. A la vista está que la operación ha funcionado y sigue en marcha, puesto que las noticias sensacionalistas no paran de generarse. Lo de que un especialista sufra un accidente entra dentro del riesgo inherente de la profesión del cine, pero que el actor principal sea detenido en plena gira de presentación suena bastante más raro. El galés Christian Bale pudo venir a presentar la película, tras pagar una fianza por la acusación de agredir a su propia madre y hermana en el hotel donde se hospedaba la familia al completo.
Con tal presión mediática resulta muy difícil sentarse a ver la película de una manera objetiva, empezando porque la reacción de la crítica ha sido tan o más entusiástica que la del público. Los críticos se rinden ante Christopher Nolan, al que perdonan que haga cosas tan irregulares y decepcionantes como «El truco final (El prestigio)», por más alejadas que estén de sus prometedores comienzos con la película «Memento».
Particularmente, no es «Batman Begins» lo que esperaba de este nuevo talento del cine inglés, pero lo cierto es que contentó a la mayoría de los críticos, que ahora ya le reverencian con la segunda entrega de la renacida franquicia del Hombre Murciélago.
Nolan les está dando lo que quieren ver, que es lo contrario de lo que antes hicieron los directores Tim Burton y Joel Schumacher. El público y la crítica rechazan al Batman de la pasada década, no admitiendo ya adaptaciones fantásticas, coloristas o divertidas. Ahora todo tiene que ser serio y oscuro, porque es la moda y contra esa corriente masiva no se puede ir de ninguna de las maneras.
Los pocos que, al parecer, no nos tomamos en serio a ningún superhéroe, incluido a Batman, nos hemos quedado fuera de juego. La parodia humorística, la acción embromada y la desmitificación ya no se llevan. En mi modesta opinión se han vuelto todos locos, puesto que la mayoría de comentarios que hablan de las excelencias de «El caballero oscuro» alaban su realismo. Sí, han leído bien: su «realismo». ¿Cómo han podido llegar a ser realistas las aventuras de un tipo que va por ahí volando con una capa negra y un antifaz cubriéndole el rostro? Dicen que es debido a que la figura de Batman se ha convertido en una metáfora viviente de los oscuros tiempos que corren, que, para los norteamericanos, están marcados por la trágica fecha del 11-S.
Los «malos» asestaron un duro golpe en el corazón del gran imperio, así que ante villanos de tal calibre en la Metrópoli, da igual Gotham City que New York (la película se rodó principalmente en Chicago), los ciudadanos necesitan de alguien que les defienda de lo que sus autoridades califican de ataques terroristas.
Bajo el disfraz de superhéroe
Este es un punto clave en la comprensión de la figura del nuevo Joker, que ahora es un terrorista en potencia, ya que la máscara y la capucha se consideran como sinónimos. No basta con que se trate de un psicópata al uso, hay que añadirle un poder destructivo extra. El comportamiento que exhibe el difunto Heath Ledger en su caracterización es el de un suicida, dispuesto a llevarse consigo a todo lo que pille por delante. He ahí la característica primordial que le hace ser el rival más peligroso para el Hombre Murciélago, ya que disfruta con el dolor y, además, recibe encantado los golpes que le propina el superhéroe. Es un masoquista que crea contradicciones en Batman, obligado a sacar su lado sádico, con lo que aumentan sus dudas filosóficas sobre la eterna lucha entre el bien y el mal, dado que no deja de ser un justiciero que actúa por su cuenta al margen de la ley.
En fin, ya se sabe que bajo el disfraz de superhéroe coexiste otra identidad, en el caso de Batman la de Bruce Wayne. Es lógico que sufra una crisis personal, viendo que los villanos molan más y la tentación para pasarse al lado oscuro es cada vez mayor. El malo de la función es el que se lleva los aplausos en «El caballero oscuro», hasta el punto de que hay quien da por hecho de que el fallecido actor Heath Ledger recibirá el Óscar de Mejor Actor Secundario a título póstumo. La memoria de los humanos empieza a ser como la de los peces, considerando que hace unos meses Javier Bardem era el mejor villano de la historia del cine y se le reemplaza a las primeras de cambio.
En una jugada innovadora, el realizador Christopher Nolan rodó seis secuencias de acción con cámaras IMAX. Se ha convertido así en el primer director que se atreve a utilizar cámaras de gran formato para rodar incluso una parte de un largometraje tradicional.
Título original:
«The Dark Knight».
Dirección: Christopher Nolan.
Guión: Jonathan Nolan y Christopher Nolan.
Fotografía: Wally Pfister.
Intérpretes: Christian Bale, Heath Ledger, Aaron Eckhart, Michael Caine, Maggie Gyllenhaal, Morgan Freeman, Gary Oldman, Eric Roberts, Cillian Murphy.
País: EE.UU., 2008.
Duración: 152 minutos.
Jack Nicholson está muy dolido por la forma en que ha sido relegada su creación de Joker para Tim Burton, más todavía ante los calificativos insultantes que está recibiendo a raíz del encumbramiento del malogrado Heath Ledger en el mismo papel. En el colmo de los colmos se le ha llamado «payaso», como si de un menosprecio se tratara, cuando se supone que el personaje es precisamente un macabro payaso. La diferencia es que ahora monta un circo de los horrores en compañía de sus sicarios, todos ellos ocultos bajo terroríficas máscaras de clown. Los hermanos Nolan dicen haberse inspirado para el guión en las primeras ediciones del cómic de la compañía DC, que datan de inicios de los 40, así como en el más reciente álbum de «Batman: El largo Halloween». De un plumazo han enterrado los anteriores diseños de Joker, empezando por el que personificara César Romero. Para imponerse como el mejor Joker e impedir su continuidad futura en manos de otros actores, Ledger ha hecho un buen uso de su voz, algo que el doblaje no permite apreciar. La percepción del personaje es distinta en nuestro mercado y en el latinoamericano, donde recibe el nombre de Guasón.
El reparto de «El caballero oscuro» es considerado ya como el más redondo de cuantos se han logrado reunir dentro de la saga de Batman, y no sólo por el impacto de Ledger como rival del superhéroe. El público agradece la incorporación de Gyllenhaal, en el mismo papel que en la previa «Batman Begins» hizo Katie Holmes, la cual sale mal parada con las comparaciones en todos los foros. En estos precisos momentos del que más se habla es de Morgan Freeman, al que sitúan como última víctima de la famosa maldición de «El caballero oscuro», a resultas del accidente de tráfico que ha sufrido coincidiendo con el estreno. Su presencia es equiparada con la de Michael Caine, ya que los personajes son dos fijos a los que los fans de la franquicia no están dispuestos a renunciar. También sube muchos enteros Aaron Eckhart, gracias a su desdoblamiento como el repulsivo personaje de Dos Caras. No le va a la zaga Eric Roberts, el hermano impresentable de Julia, muy adecuado en el rol de mafioso. En cuanto a Christian Bale, queda confirmado como el mejor Hombre Murciélago, junto con su perfeccionado traje y la moto de diseño.