El ya consagrado Yang Wei, que el martes se proclamó campeón olímpico por equipos con China, se impuso en el concurso múltiple individual de gimnasia artística con 94,575 puntos, quedando muy por delante del japonés Kohei Uchimura (91,975) y de la sorpresa de ayer, el francés Benoit Caranobe (91,925).

El chino, doble campeón del mundo (2006, 2007), se colgó así su tercera medalla de oro olímpica, primera en un concurso múltiple individual, después de sus dos títulos por equipos obtenidos en Sidney 2000 y el pasado martes en Beijing.

El campeón, medalla de plata individual en Sidney, respondió a las expectativas del público chino congregado en el estadio, que celebró el título antes incluso de que tras largos minutos de suspense se anunciara su nota lograda en el último aparato. No importaba el hecho de que Yang hubiese cometido algunos errores en la barra fija, en la que el Japonés Uchimura había brillado especialmente. Y es que la ausencia del hasta ayer vigente campeón olímpico que se encontraba lesionado, el estadounidense Paul Hamm, facilitó el trabajo al chino que no se confió y abrió una importante brecha sobre sus perseguidores antes de la última rotación.

Con la victoria de Yang, China confirma en su capital su hegemonía en esta disciplina, ya que este oro es el tercero que consigue en sendas finales disputadas después de las conseguidas tanto por el equipo masculino, como por el femenino.

Gracias a su entrenador

El gimnasta chino de 28 años se mostró especialmente agradecido a Huang Yu Bin -su instructor desde hace varios años- por haberle proporcionado confianza y por haberle dado el impulso necesario para que no se tomase la jubilación tras el decepcionante séptimo puesto conseguido en Atenas: «Después de lo de Atenas quería jubilarme, ya que pensaba que nunca podría ganar el oro olímpico. Entonces mi entrenador me animó. Me llevó de vacaciones con él y me dijo que los Juegos de Beijing serían los más grandes del siglo y que ésta sería una ocasión única para poder participar en mi país. Realmente es él quien me ha empujado hasta el podio».

Yang, al que todavía le quedan por disputar las finales olímpicas al caballo con arcos y anillas, dijo que tendrá que pensar «seriamente sobre su futuro» después de los presentes Juegos, en referencia a su retirada.

Por su parte, el subcampeón Uchimura, de 19 años, se mostraba satisfecho con su medalla a pesar de su error en el caballo con arcos y se lo dedicó al responsable del equipo, Hiroyushi Tomita (cuarto puesto), campeón olímpico por equipos en Atenas: «Es mi ídolo. Nunca baja los brazos, yo le adoro». Al joven, que espera convertirse en el nuevo líder de la gimnasia japonesa, le queda por disputar la final de suelo.

La sorpresa francesa

Caranobe, de 28 años, fue la sorpresa de la final de ayer al conseguir la primera medalla para Francia en la historia de la gimnasia moderna en un concurso múltiple individual, la prueba más completa y exigente.

Sin otro palmarés que el decimoséptimo puesto logrado en el concurso individual de Atenas en 2004 y una medalla de oro en salto en los campeonatos mundiales universitarios de 2000 disputados en Beijing, el francés, en estado de gracia, recompensó finalmente el esfuerzo realizado durante cuatro años llenos de lesiones.

«Logré los mejores resultados de mi vida», decía. El que logró la mejor nota de la competición con un 16,6 en salto, disputará la final en dicha modalidad con la esperanza de lograr una nueva medalla.