La lucha no es, precisamente, el deporte más popular en Euskal Herria. Pero si hay una luchadora vasca clasificada para los Juegos, eso significa que en algún sitio están haciendo las cosas bien. Las escuelas de lucha de Otxandio y Gasteiz tienen razones para estar contentos y disfrutar de lo que haga Maider a partir de las 3.30 de esta próxima madrugada.

La lucha libre es un deporte muy poco conocido en Euskal Herria, ¿en qué consiste?

Lo principal de la lucha es derribar al contrario y, según como caiga, puntúa de una manera u otra. Una vez en el suelo, si le pones los omoplatos contra el suelo durante un segundo, eso sería un tocado, se termina la lucha. Si no, se disputan tres asaltos de dos minutos al mejor de tres. Es decir, si ganas los dos primeros asaltos no hay que jugar un tercero.

¿Qué cualidades necesita una buena luchadora para destacar?

Todo depende del peso. Mi categoría es de 72 kilos. En categorías inferiores la velocidad es muy importante, pero en la de 72 kilos, la mía, lo principal es la fuerza.

¿Es complicado vivir de un deporte tan minoritario?

Es como todo. Cuando llegas arriba se te olvida todo lo que has pasado, pero sí que es difícil. En el Estado español sólo 3 ó 4 personas vivimos de esto.

Hay países o zonas del mundo, como el este de Europa o Estados Unidos, en los que la lucha libre tiene más importancia. ¿Qué se podría hacer para potenciar un mejor nivel?

Yo creo que se debería empezar a trabajar la base. Empezar dando la opción de la lucha desde el colegio, para que vean que es un deporte como otro cualquiera. El trabajo se debe hacer desde abajo.

¿Y qué tal ve la situación de la lucha entre los jóvenes de Euskal Herria?

Hay muy poco seguimiento.

¿Qué objetivo se marca en estos Juegos?

Si estoy entrenando todos los días y estoy sacrificándome es para optar a medallas. Yo me clasifiqué en setiembre, y al haberlo hecho tan pronto tienes todo el tiempo del mundo para prepararte.