No cabe duda de que el jugador de baloncesto norteamericano es una de las grandes estrellas que participa en la cita olímpica y ello queda patente en la histeria que desencadena el escolta de los Lakers cada vez que asoma la nariz por alguno de los escenarios que acogen las diferentes disciplinas deportivas. No hay sino seguir a la cohorte de aficionados que le persiguen sin descanso para saber la ubicación exacta del jugador yanki.

«Sólo he visto algo parecido por televisión, cuando los Beatles llegaban a una ciudad para dar un concierto -asegura su compañero en el equipo de Estados Unidos Chris Bosh-. Es una auténtica locura, el otro día vi a un joven que estaba saltando y aullando como poseído, Kobe se le estaba acercando para firmarle un autógrafo... Era algo digno de ver para creer».

Pero no sólo el público en general busca a la «estrella del rock» de la NBA. También está presente en las declaraciones de un buen número de atletas. El nadador tailandés Nimita Thaveesupsoonthorn admitió que había cumplido su sueño «de encontrarme con Kobe Bryant». El jugador griego de baloncesto Vasilis Spanoulis reconoció, del mismo modo, que una de sus mayores ilusiones era «tener la oportunidad de jugar contra él». O, como el de tenis de mesa alemán Dimitrij Ovcharov, quien se sentía repleto de felicidad «por cruzarme en la villa olímpica con deportistas tan increíbles como Kobe Bryant».

Fan de Messi

La emoción incluso afecta a atletas reconocidos, más acostumbrados a ser el blanco de los cazadores de autógrafos. Así, el velocista estadounidense Tyson Gay relató cómo se cruzó con Bryant «y me preguntó por cómo se encontraba mi muslo. ¡Casi me vuelvo loco!», para reconocer, a continuación, que el encuentro con el jugador no pudo ocultarlo ni un segundo y decidió enviar un mensaje de texto a su madre para contarle que «Kobe Bryant estaba preocupado por mi salud. Ella también se quedó anonadada».

El jugador de los Lakers es un enamorado del deporte en general y no pierde ocasión para disfrutar de otras disciplinas, entre ellas el fútbol, una modalidad que no despierta grandes pasiones en su país pero que le marcó durante los ocho años que residió en Italia. «Voy a aprovechar los Juegos para ver deporte», reconocía hace unos días en sala de prensa, donde confesó ser un enamorado de las evoluciones de Lionel Messi: «Cuando le vi por primera vez fue un auténtico shock». De hecho, el otro día coincidió con algunos jugadores argentinos en la cafetería. «Trató de hablar con nosotros en castellano y nos deseó buena suerte para el resto del torneo», dijo el Kun Agüero.