Muerte por violencia machista
Estibaliz, 72 años, murió acuchillada en su domicilio de la Rioja Alavesa
Apenas un mes después de la muerte de Nagore Laffage, de 20 años, la violencia de género se cobra otra vida muy diferente en Euskal Herria: una mujer de 72 falleció apuñalada y su marido fue inmediatamente detenido. El hombre está hospitalizado y arrestado en Logroño, al herirse a sí mismo con el cuchillo. No ocurrió esta vez en una gran ciudad, sino en la pequeña Mañueta (Baños de Ebro), en plena Rioja Alavesa. Un pueblo que no se explicaba lo ocurrido.
GARA | GASTEIZ
Ocurrió de nuevo en la oscuridad del hogar familiar. No existen muchos datos, y quizás estén de sobra. Ayer sólo se di- fundió que la víctima se llamaba Estibaliz y que tenía 72 años, al parecer los mismos que su marido, Cristóbal. A primera hora de la mañana, un familiar avisó a la Ertzaintza. La noticia no tardó en extenderse y conmocionar tanto a la localidad en que ocurrió -Mañueta, en la Rioja Alavesa- como a toda Euskal Herria, que constata así que el goteo de muertes por violencia machista no se detiene.
La Ertzaintza acudió al lugar pero sólo pudo constatar el fatal desenlace. La mujer había fallecido acuchillada y el hombre también presentaba heridas por arma blanca que se había producido él mismo según todos los indicios. Fue trasladado al hospital de San Pedro, en la vecina Logroño, donde se encuentra detenido.
Desde el mismo departamento no tardaron en situar lo ocurrido como un crimen de género, circunstancia que aumentó la conmoción y el estupor entre sus vecinos.
«Matrimonio ejemplar»
Todos los testimonios recogidos en este pueblo de apenas 350 habitantes eran coherentes al remarcar que se trataba de un matrimonio bien avenido y que más de uno no dudaba en calificar directamente como «ejemplar». Los medios recogieron diferentes opiniones que incidían en que habitualmente iban juntos a todos los sitios, desde el bar hasta a misa, y que no constaba que existiera mala relación entre la pareja.
Muchos de los vecinos son además familiares, lo que multiplicó el impacto de la trágica noticia. Estibaliz y Cristóbal tenían tres hijos.
Las condenas institucionales no tardaron en llegar, aunque quedan diluidas en vista de los escasos avances reales para frenar esta escalada. Este es el tercer caso mortal que se registra en Euskal Herria en 2008.
Por citar algunas voces, la Diputación de Araba reclamó en un comunicado «tolerancia cero» contra todo tipo de violencia, y en especial la dirigida contra la mujer. Mostró su solidaridad a sus allegados y anunció que promoverá acciones de rechazo y otras medidas.
Desde Gipuzkoa, la presidenta de las Juntas, Rafaela Romero, difundió también una nota en la que reclama a la sociedad que «dé un paso adelante en esta lucha en que todos estamos implicados para erradicar la violencia contra las mujeres y aislar a los asesinos, y que sientan el desprecio y el rechazo, porque no los queremos entre nosotros».
En la misma línea, el vicecoordinador de Aralar, Jon Abril, consideró que «es necesaria la implicación de toda la sociedad para terminar de una vez por todas con los ataques machistas» y apeló especialmente a las instituciones.