Tras la amarga derrota de su candidata, Ségolène Royal, el PS inició una andadura de renovación en la que el primer partido de oposición francés no ha dejado de aflorar sus múltiples contradicciones internas. Ni siquiera el retroceso, menor que el esperado, del centroderecha en las elecciones municipales de la pasada primavera, ha permitido al partido de François Hollande recobrar la calma interna.

Aunque el período estival marca un cierto compás de espera, la imagen precongresual de la socialdemocracia francesa no puede ser más caleidoscópica. Estos son sólo algunos de los nombres que suenan para suceder al actual secretario general.

Ségolène Royal

Su condición de candidata en las últimas presidenciales y el alto grado de connivencia logrado con los grandes medios de comunicación obligan a abrir con la presidenta del Consejo Regional de Poitou-Charentes la lista de aspirantes al máximo puesto de dirección del partido. Por tercer año consecutivo, Royal figura en el «top de los 50 personajes preferidos por los franceses», aunque menos banal resulta el apoyo de centenares de electos con que cuenta su manifiesto por un congreso «útil y sereno», disponible en su página web, bautizada como su club político, Deseos de Futuro (www.desirsdavenir.org). Entre los deseos inmediatos de Ségolène Royal, tomar las riendas del partido y asegurarse de paso la candidatura a las presidenciales de 2012. En caso de que sus planes fracasen, deberá seguir con su discurso de renovación y confiar sus esfuerzos a unas primarias para mantener su condición de aspirante al Elíseo.

Vincent Peillon

Su condición de fiel de Royal y su buen feeling con respecto al aparato del partido hace que se presente al diputado europeo y portavoz de la ex candidata como una de las posibles bazas a jugar por ésta en caso de que no le sea posible reunir todos los apoyos precisos para situarse al frente del partido.

Bertrand Delanöe

El alcalde de París ha evitado confirmar sus ambiciones y según sus más cercanos colaboradores no deshojará la margarita hasta mediado setiembre. Delanöe prefiere que se despejen unas cuantas incógnitas sobre otros pesos pesados del partido antes de decidirse a dar la batalla. Figura como el más claro favorito para batir a Ségolène Royal en prácticamente todas las quinielas.

Moscovici-Montebourg

Las figuras de Pierre Moscovici y Arnaud Montebourg son dos caras de una misma moneda, al menos hasta que las cosas estén más decantadas. El primero, ex vicepresidente del Parlamento Europeo y cercano a uno de los elefantes socialistas, Dominique Strauss-Kahn, aspira a ofrecerse como una alternativa de consenso entre Royal y Delanöe. Montebourg, apodado el «San Justo» o «El caballero blanco de la izquierda» por su enconado combate contra el tercer mandato de que se valió Jacques Chirac para tratar de alargar su inmunidad y no enfrentarse a procesos por corrupción, fundó a principios de la década la corriente de Nuevo Socialismo junto a otros dos nombres que figuran en las listas de aspirantes a suceder a Hollande, el ya mencionado Vincent Peillon y Julien Dray. Este último ha marcado distancias con respecto a Royal para revalorizarse como eventual candidato de consenso a ojos de los que prefieren que la ex candidata no se corone como secretaria general.

Aubry-Lebranchu

La ex ministra de Trabajo sigue cultivando su perfil de izquierda y sus apoyos en ese sector del partido la convierten en un nombre a tener en cuenta. La ex titular de Justicia dispone de apoyos en dos familias poderosas, la de Fabius y la de Strauss-Kahn. Sin embargo esos dos barones ya tienen a sus preferidos. La opción del ex primer ministro cara al congreso sería, según los analistas, el hombre fuerte del Consejo Regional de Seine-Saint-Denis, Claude Bartolome, mientras que el liberal Strauss-Kahn tendría su doble político en la figura de Jean-Christophe Cambadélis, diputado de París y uno de los bastones de Lionel Jospin, de quien se dice apoyará al candidato que tenga más opciones de cerrar el paso a Royal.