Por encima de la casi irresistible estética de las Olimpiadas, el autor del artículo desarrolla una relectura de este evento desde parámetros muy críticos. Resulta muy ilustrativa su calificación de «orgía para el comercio de las grandes marcas», en referencia al desmedido peso que las principales firmas comerciales tienen en todas las facetas los Juegos. También dirige su mirada a los estados, a los que acusa de convertir la cita en una competición que supera lo deportivo y en la que cada país sólo busca «dejar patente cuál es su condición en el orden mundial». Finalmente, reivindica el amateurismo como único valor posible al rescate del verdadero espíritu olímpico.

Sr. Arambarri, devuelva el sillón a sus dueños y la paz a sus paisanos. Los hechos están demostrando que la tenacidad y coherencia de Ondarroa no admite falsas componendas

La utilización de la historia como aval de derecho lleva en la mayoría de los casos al recurso de arrimar el

Entiendo que vds. son elegidos para dar soluciones a los problemas, y lo correcto a mi entender sería potenciar alguna iniciativa que vaya encaminada a otro escenario donde el denominador común sea el diálogo en busca de soluciones, por supuesto en igualdad de condiciones