Las chicas que dejaron fuera en los trials de Kingston a Veronica Campbell-Brown, la actual campeona del mundo, la han armado en Beijing. Shelly-Ann Fraser, oro, y Sherone Simpson y Kerron Stewart, ambas empatadas en la plata como demostró la foto-finish, firmaron un triplete histórico e inédito. Nunca había habido una campeona olímpica de 100 metros jamaicana, pese a los intentos de la eterna Merlene Ottey. Ayer hubo un podio entero. Todavía sin asimilar la exhibición de la víspera de Usain Bolt, el hombre que asombró al mundo con sus 9.69 y sus maneras, sus compatriotas continuaron la fiesta.

Fraser dominó la primera semifinal y Stewart la segunda. Las estadounidenses llegaron a la final tocadas y las jamaicanas les remataron para disgusto de la pequeña Lauryn Williams, subcampeona olímpica en Atenas y mundial en Osaka, Muna Lee y sobre todo Torri Edwards, que aterrizó en China con la mejor marca de la temporada y esperaba una oportunidad de redención tras dar positivo en un control antidopaje por estimulantes y cumplir con los dos años de obligado descanso.

Edwards, última, y Lee, tuvieron la impresión de que no todo estaba en regla, así que la delegación estadounidense presentó una reclamación que probablemente no prosperará. Fraser, como Bolt, tiene 21 años, pero a diferencia del Relámpago su palmarés estaba vacío. La mujer de oro participó en las series pero no en la final del relevo del Mundial de Osaka'07, donde sus compañeras fueron plata.

La feliz jamaicana reconoció haberse inspirado en Bolt y antes en Asafa Powell, para escalar a la cima del prestigioso podio olímpico. El centro mundial del reggae está que arde. Cómo en algunos lugares de África, el atletismo es la tabla de salvación para gentes con falta de recursos. La isla caribeña, con 2,7 millones de habitantes, ha producido grandes talentos de la velocidad, muchos de los cuales emigraban en busca de nuevos horizontes. Esta generación se queda en casa y está decidida a dar motivos para la juerga. Las próximas pueden llegar en los 200 metros con Campbell-Brown en la prueba femenina y Bolt en la masculina y en un relevo, que como el de los chicos, saldrá con todo el crédito.

De la prueba más corta del programa femenino a la más larga, donde por la mañana Constantina Tomescu realizó el maratón de su vida.

Con 38 años la rumana consiguió lo que volvió a escapársele a Paula Radcliffe. La inglesa terminó en el puesto 23 y lloró como en Atenas. Sus marcas siderales y sus victorias en las mejores pruebas como las de Londres o Nueva York e incluso sus medallas mundiales no colman sus deseos. Una mujer culta como ella sabe que lo máximo para una atleta son los Juegos. Es su obsesión y pese a sus problemas en el fémur preparó la cita a conciencia. «Ahora tengo los dedos cruzados para ver qué pasa en Londres 2012», aseguró cuando logró calmarse. Entonces tendrá los mismos años con los que Tomescu se escapó antes del ecuador sin que ninguna de las 69 participantes que llegaron a meta pudiera alcanzarle. Entre la docena de abandonos, ilustres como las etíopes Adere y Gete Wami.

La jornada también tuvo su récord, en los 3.000 obstáculos. La rusa Gulnara Samitova consiguió el primer título olímpico de esta prueba novedosa en el programa femenino batiendo su anterior plusmarca. Así que recortó sus 9:01.59 de hace cuatro años y los dejó en 8:58.81 después de dominar la prueba desde el primer metro.