No están las arcas para grandes fastos y eso se plasmó en la presentación oficial de la primera plantilla txuri urdin, no sólo en cuanto a las formas, sino también en lo que se refiere al número de jugadores con el que de momento se cuenta para encarar el inminente inicio de la próxima campaña liguera.

Un total de 17 futbolistas -a los diecinueve que ayer se dieron cita en Zubieta hay que restar los nombres de Rivas y Mikel Alonso, con quienes no cuenta Lillo, más la ausencia de Stevanovic y Bravo, convocados con sus selecciones- fueron los protagonistas, junto a los componentes del Sanse y del conjunto femenino, de un acto en el que se dieron cita unos 1.500 aficionados realistas, que hicieron frente a las inclemencias meteorológicas en forma de lluvia.

La cita no contó con la fastuosidad de pasadas campañas, para empezar en lo que se refiere al escenario, que en esta ocasión no fue Anoeta, quizás por el miedo a que la puesta de largo quedara un tanto desangelada en las gradas del estadio donostiarra. Sea por lo que fuere, la presentación estuvo marcada por la sencillez, con la única novedad del anuncio de que la Real editará un periódico digital que se denominará «Primeran».

Y la sobriedad no fue la única protagonista. Plantilla y presidente volvieron a mostrar su desencuentro, en esta oportunidad por la intención de los rectores del club de despedir a los doctores Escobar y Gorrotxategi, a quienes no se les quiso permitir salir en la presentación. Sin embargo, los jugadores se plantaron en el vestuario e hicieron caso omiso a la llamada de la megafonía, saliendo sólo en el momento en el que a los galenos se les permitió posar junto al resto del plantel.

Tras esa controvertida salida, Iñaki Badiola recordó que el objetivo no es otro que «volver a subir a Primera División». Para ello, «habrá más incorporaciones -prometió el máximo dirigente-, pero no hay que precipitarse porque lo importante es elegir bien», matizó.

«Situación heredada»

Badiola, que refrescó la memoria de los hinchas que se dieron cita en Zubieta sobre el periodo que su directiva lleva al frente de la entidad -algo más de cinco meses-, no esquivó el tema más espinoso en estos momentos. No puso paños calientes a la situación financiera, al aventurar que se avecina «un año difícil, con la Ley Concursal de por medio, fruto de una situación heredada», criticó.

Una realidad económica a la que los administradores le van a poner cifras en breve con la realización de un informe, según avanzó, y en la que, a su juicio, él y sus colaboradores poco han tenido que ver. «Nosotros hemos cumplido lo que prometimos y estamos dispuestos a darle la vuelta a la actual situación económica», apostilló.

Más centrado en lo deportivo, uno de los capitanes de la escuadra guipuzcoana, Mikel Aranburu, describió «que el equipo está bien, ha habido un poco de todo en cuanto al juego, pero los resultados refuerzan nuestra confianza», comentó.

A la Real le quedan dos entrenamientos más antes de iniciar su gira por tierras holandesas, que se prolongará durante cuatro días y en la que se enfrentarán al Heerenveen y el Den Haag, ambos conjuntos de la Eredivisie.