Serán sólo dieciséis -lo que permite hacerse una idea de lo difícil que es llegar- los competidores que afronten durante el sábado la lucha por las medallas en la categoría de más de 80 kilos. Jon García, que el próximo 22 de setiembre cumplirá 31 años, arrancará su participación frente al uzbeko Akmal Irgashev (a las 6.45, hora de Euskal Herria) que, a sus 25 años, luce un tercer puesto en el Campeonato de Asia de 2008 como mejor resultado. Será un combate de altura, 195 centímetros del vasco ante los 190 de su rival.

¿Qué nos puede decir sobre los Juegos Olímpicos? ¿Por qué se nos habla siempre como si fuera lo mejor que le puede pasar a un deportista?

Es otro rollo completamente diferente. A pesar de que los que estamos allí que somos los mismos, todo alrededor de unos Juegos es diferente; mayor repercusión mediática y mayor seguimiento a nivel mundial. Para mí, que tengo medallas mundiales, medallas europeas y el diploma olímpico, conseguir una medalla sería la culminación a mi carrera deportiva.

¿Fue una clasificación difícil?

Sí. En taewkondo la clasificación olímpica es muy elitista, porque se hacen dos preolímpicos. Uno continental y otro mundial. En el continental (Europa), se clasifican sólo los tres primeros y en el mundial también se clasifican los tres primeros. Allí van dieciocho personas en cada peso; hay ocho pesos y los dividen en cuatro. De esos cuatro, cada país puede elegir sólo a dos, por lo que es muy difícil clasificarse.

¿Y cómo ve la situación del taewkondo de cara al futuro?

Un taewkondista, aparte de un buen entrenador, tiene que tener muchas salidas a competiciones. La única manera de mejorar es compitiendo con buenos rivales, a nivel internacional, y eso no se puede asegurar a un nivel autonómico, por lo que hay que ir a centros de alto rendimiento..

Muchas veces tendemos a mezclar las artes marciales: judo, karate, taekwondo... ¿En qué se diferencia éste último?

El taewkondo, desde hace bastantes años, está más enfocado a un deporte que a un arte marcial. A partir de ahí está la metodología de la preparación y todo eso que en el judo o en el karate suele ser más ancestral. El taewkondo está más enfocado al deporte; tiene una preparación física más profesionalizada, se hace un estudio más biomecánico. Es otro enfoque diferente.

Luego la otra diferencia más reseñable está en el nivel técnico. En karate se usan más los brazos, en judo son agarres y en taewkondo el 90% son las piernas. Y eso le da un poco más de espectacularidad a este deporte. 

¿Cuál es la principal característica de un buen taewkondista?

Yo estoy en el peso +80. En este peso tengo competidores muy grandes, con mucho peso, por lo que tengo que tener un aporte de fuerza mayor. En otros pesos todos están más igualados, pero en mi caso sé que es muy importante la velocidad, la estrategia y todo esto, pero tengo que tener una base de fuerza un poco mayor que los demás. Hay que tener en cuenta que yo peso unos 88 kilos, y tengo competidores de hasta 130 kilos.

¿Dónde están los rivales más fuertes?

En mi peso teóricamente los mejores son los coreanos, los franceses, y un competidor muy bueno también de Mali, que son los que quedaron en los primeros puestos en el preolímpico mundial. Pero bueno, al final hay que tener a todos en cuenta, porque el mero hecho de haberse clasificado es como para tenerles en cuenta.

¿Estaría bien repetir el diploma de Atenas?

A mí por supuesto que me gustaría mejorar el resultado de Atenas, y es que mi sueño es conseguir una medalla olímpica. Sé que no es fácil; es una meta muy elitista, pero yo confío en mí y tengo buenas vibraciones. Pero los competidores son de altísimo nivel y va a haber pequeñas diferencias entre todos los clasificados. De todos modos mi aspiración es traerme la medalla; todos sabemos que es muy difícil, pero se va a intentar.