Israel ha multiplicado sus amenazas a Líbano y ha advertido de que no dudará en atacar sus infraestructuras civiles en caso de nuevo conflicto con Hizbulah.

Acusa, en este sentido, al Gobierno libanés de haber legitimado a la organización chiíta, con lo que colige que «El Estado libanés es ya objetivo de Israel, al igual que el Estado de Israel es objetivo de Hizbulah».

Pese a que en la agresión del verano de 2006 Israel destruyó el aeropuerto de Beirut e infraestructuras como puentes, además de causar más de un millar de civiles muertos, Tel Aviv se justifica asegurando que Hizbulah «no vive en la luna» e insiste en que no se trató de «una política deliberada, sino de casos excepcionales».

Israel insiste en que en 2006 «teníamos muchos más medios de los que llegamos a utilizar porque entonces combatíamos a una organización terrorista y no a un Estado, pero si Líbano se convierte en el Estado de Hizbulah no tendremos ya ninguna restricción».

Tel Aviv asegura que Hizbulah habría logrado un derecho de veto en el seno del nuevo Gobierno de unidad nacional de Líbano, al que acusa de no haber desarmado a la guerrilla del Partido de Dios y de dejar bajo su control el sur del país.

Cierre de Gaza

El Ejército israelí cerró los puntos fronterizos de la Franja de Gaza como represalia al lanzamiento de un cohete artesanal palestino a última hora del pasado martes.

Este cohete no causó daños personales ni materiales pero Israel lo considera una violación de la tregua bilateral.

Tel Aviv anunció que estudiará hoy si mantiene bloqueada o no a la Franja.