Escudo antimisiles
EEUU y Polonia firman el acuerdo pese a la ira suscitada en Rusia
EEUU y Polonia suscribieron ayer el acuerdo que permite la instalación del escudo antimisiles estadounidense en territorio polaco. Esta firma ha provocado la ira de Rusia, que considera que se trata de una agresión y de una represalia por su intervención en Georgia y Osetia del Sur. «Estamos ante una carrera de armamentos en Europa y más allá», advirtió el Ministerio de Exteriores de Moscú tras la firma del nuevo pacto de Varsovia.
GARA | VARSOVIA
Polonia y EEUU firmaron ayer solemnemente el acuerdo que prevé la instalación de elementos del escudo antimisiles estadounidense en suelo polaco, que ha contribuido a incrementar la tensión entre Rusia y Occidente.
El texto fue suscrito a las 11.40 en la sede del Gobierno polaco, en Varsovia, por la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, y el ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, en presencia del presidente, Lech Kaczynski, y del primer ministro, Donald Tusk.
EEUU podrá instalar así en Polonia para 2012 diez interceptadores capaces de destruir en vuelo eventuales misiles balísticos de larga distancia que serán detectados mediante el potente radar instalada en Chequia.
Estos nuevos elementos completarán un sistema que ya funciona en la actualidad con bases en EEUU, Groenlandia y Gran Bretaña. El proyecto estadounidense recibió en abril el apoyo unánime de los miembros de la OTAN.
«Esto nos va a ayudar a hacer frente a las amenazas del siglo XXI, a las amenazas de misiles de larga distancia de países como Irán o Corea del Norte», insistió Rice. «Es un sistema defensivo que no está dirigido contra nadie», añadió.
Sin embargo, Rusia que lleva meses protestando por este proyecto, no está convencida. El Ministerio de Exteriores emitió ayer un comunicado en el que destacaba que el acuerdo de Varsovia supone «una carrera de armamentos en Europa y más allá».
«Este acto supone un desafío, ya que el despliegue tiene un potencial antirruso real y no supone una mejora en la seguridad del continente», añade el comunicado del Ministerio de Exteriores ruso.
«La instalación de nuevas fuerzas antimisiles en Europa tiene como objetivo la Federación Rusa», declaró la semana pasada el presidente ruso, Dimitri Medvedev.
Junto a ello, Medvedev destacó que el momento escogido para la firma del acuerdo entre Varsovia y Washington busca castigar a Moscú por su intervención en Osetia del Sur y Georgia.
Nada más anunciarse la firma del acuerdo de Varsovia la pasada semana, el jefe adjunto del Estado Mayor ruso, Anatoli Nogovitsin, afirmó que «Polonia corre el riesgo de ser golpeada».
El emplazamiento previsto para la base estadounidense aparece a los ojos de los rusos como una venganza de la Guerra Fría de la mitad del siglo XX.
Redzikowo, el pequeño pueblo del norte de Polonia que ha sido escogido por los estrategas estadounidenses, está situado a 200 kilómetros en línea recta del enclave ruso de Kaliningrado, situado entre Polonia y Lituania a orillas del mar Báltico.
Tras la guerra de Osetia
Pese a que los dirigentes estadounidenses y polacos insisten en que el escudo antimisiles no está dirigido contra Rusia, la firma del acuerdo en plena crisis georgiana refuerza la tesis de que se trata de una advertencia a Moscú. Aunque Rice no quiso pronunciarse sobre esta cuestión, el negociador jefe de EEUU sobre el escudo antimisiles, John Rood, reconoció que «existe una cierta influencia. Es algo que no se puede negar».
«No hay nadie que pueda decir a Polonia qué es lo que tiene que hacer», declaró Kazcynski en un discurso televisado el martes por la noche.
A lo largo de su historia, Polonia se ha enfrentado en repetidas ocasiones a su vecino ruso. En la época de la Guerra Fría, su capital acogió la firma del Pacto de Varsovia, con el que la URSS buscaba hacer frente a la OTAN impulsada por EEUU. Ahora, en cambio, Polonia es uno de los más firmes aliados de EEUU en el seno de la OTAN.
Rice trató de quitar hierro al asunto y destacó que pese a la firma de ayer, EEUU no tiene intención de iniciar una nueva Guerra Fría con Rusia. «La Guerra Fría terminó. Éste es un periodo difícil, pero pienso que no debemos incrementar la importancia de la dificultad».
Sin embargo, echó más leña al fuego al advertir a Rusia que no podrá trazar una línea delante de Ucrania y Georgia para impedir a estos dos países ex soviéticos su entrada en la OTAN como miembros.
Según las dos partes, el conflicto entre Rusia y Georgia ha sido determinante para que las negociaciones entre Varsovia y Washington hayan concluido de manera fulminante tras quince meses de complejas negociaciones.
Los polacos subrayan que han obtenido garantías complementarias de EEUU para su propia seguridad. Así, el Ejército estadounidense desplegará a partir del próximo año una batería de misiles Patriot.
EEUU han recordado solemnemente su compromiso para defender el territorio polaco en caso de agresión, más allá de lo que establece el Tratado de la OTAN.
La crisis de Georgia ha permitido también al Gobierno polaco vender a sus ciudadanos la instalación del escudo antimisiles, que hasta estos momentos era muy impopular.
El presidente de EEUU, George Bush, volvió a mostrar su apoyo a Tbilissi y destacó que «el mundo debe estar al lado de la libertad» y defender «la independencia e integridad» de Georgia.
Turquía permitió el paso por el mar Negro de tres buques de guerra de EEUU que transportaban material de ayuda humanitaria destinado a Georgia, según confirmó el portavoz del Departamento de Estado de Washington, Robert Wood.
El Gobierno de Abjasia anunció ayer que ha vuelto a pedir a Moscú que reconozca su independencia, mientras los países occidentales continúan presionando a Rusia para que retire sus tropas de Georgia. Moscú ha prometido que estos efectivos volverán a sus bases el viernes.
«El pueblo de Abjasia tiene la intención de pedir al Gobierno ruso que reconozca su independencia», dijo a France Presse el vicepresidente del Parlamento abjaso, Viacheslav Tsugba.
El Parlamento abjaso examinó ayer una propuesta en este sentido presentada de la República, Sergei Bagapch. Para hoy está prevista la celebración de un Congreso Nacional en el que participarán todos los partidos políticos y organizaciones sociales de Abjasia en una plaza de Sujumi para confirmar esta moción.
El Consejo de la Federación, cámara alta del Parlamento ruso, anunció que se reunirá el próximo lunes para examinar la petición abjasa y otra similar llegada de Osetia del Sur, el otro territorio que proclamó su independencia de Georgia.
El Consejo de la Federación está «dispuesto a reconocer» la independencia de Abjasia y Osetia del Sur, según declaró el presidente de esta cámara, Sergei Mironov, próximo al Kremlin. En cualquier caso, para que el reconocimiento sea efectivo, la decisión corresponde al presidente Medvedev, añadió Mironov, que se encontraba en Vladikavkaz, capital de Osetia del Norte.
Medvedev recibió el pasado viernes en el Kremlin a los presidente de Abjasia, Sergei Bagapch, y de Osetia del Sur, Eduard Kokoiti, y anunció que Moscú «apoyaría y garantizaría» en la escena internacional cualquier decisión que ambos territorios adopten de cara a su futuro.
Osetia del Sur, por su parte, reclamó a Moscú su apoyo para separarse definitivamente de Georgia, mientras que desde Abjasia se ha planteado reclamar un estatus de «territorio asociado a Rusia».
La respuesta de Georgia a estas demandas no se hizo esperar. «Que digan todo lo que quieran. La Policía se ocupará muy pronto de gente como los líderes separatistas», declaró Temur Yakobachvili, el ministro georgiano encargado de la «reintegración» de los territorios que han declarado su independencia.
De visita a Tbilissi, el ministro británico de Exteriores, David Miliband, se sumó a las voces que acusan a Moscú de no cumplir su palabra por no haber evacuado aún sus tropas de Georgia.
La primera ministra ucraniana, Julia Timochenko, rechazó ayer las afirmaciones de la Presidencia, que le acusó de «alta traición» a favor de Moscú por no haber condenado la intervención rusa en Georgia a cambio de apoyo electoral.
Rusia presentó ayer en el Consejo de Seguridad un proyecto de resolución sobre el conflicto de Georgia, según dio a conocer Jan Grauls, presidente de este organismo durante el mes de agosto.