Los concursos gastronómicos siempre tienen mucho tirón en la Aste Nagusia bilbaina y ese hecho quedó ayer patente en el concurso de chipirones en su tinta celebrado en el Arenal, al son de la Banda Municipal y acompañado de una exhibición paralela de herri-kirolak.

Pese a que la inscripción del concurso estaba previsto para las 9.00, una hora antes ya había gente preparada con sus cazuelas y dispuesta a empezar a cocinar. Al mediodía, un intenso olor hacía intuir que los participantes estaban finiquitando su labor. Y así fue. Entre la 13.00 y la de 13.15 se procedió a la entrega de las cazuelas para que el jurado deliberase el resultado del concurso.

Una hora después la suerte ya estaba echada. Pero entre los asistentes, la cosa no estaba clara, según Luis Ángel, de la comparsa Moskotarrak y uno de los organizadores del certamen, «no ganan todos los años los mismos, suele estar muy repartido». Y vaya que si lo estuvo. El ganador en la sección individual fue Agustin Ibarrekolanda, de Bilbo, y Txomin Meabe, de Gamiz, igualó el segundo puesto de la pasada edición. El tercer puesto fue para La Rapidilla de Irala y la ganadora del año pasado, Begoña Mendivil, obtuvo el cuarto puesto. En la categoría de comparsas resultó ganadora Satorrak, mientras que el segundo y el tercer puesto fueron para Intxausti y Adiskideak respectivamente.

Más participación

El clima soleado que acompañó a la ciudad y la agradable temperatura invitaba a acercarse por el Arenal, por eso era notable la presencia de gente observando los detalles del concurso. Este año se han presentado 64 cazuelas, cuatro más que en la edición anterior y destacaron el buen ambiente entre los concursantes. Hoy en el certamen gastronómico de Bilbo le toca el turno al bacalao a la vizcaina.